Las fresas y sus propiedades

La fresa es el fruto de la fresa silvestre o frutilla, Fragaria vesca según su nombre científico, aunque en la actualidad es la fresa procedente de la Fragaria ananassa la más cultivada y consumida. La Fragaria ananassa es un híbrido de variedades americanas que ha logrado desbancar a la Fragaria vesca por el mayor tamaño de sus frutos, a pesar de que el sabor de esta última es más intenso.

La fresa es un fruto que destaca por su color rojo brillante, su dulzura y aroma, lo que hacen de ella un manjar, ya se consuma al natural o como ingrediente de mermeladas o postres, entre otros.

Esta fruta es una excelente fuente de vitamina C y manganeso, y también contienen buenas cantidades de ácido fólico y potasio.

Las fresas son muy ricas en antioxidantes y compuestos de plantas, las cuales tienen grandes beneficios para nuestra salud, como el cuidar la salud de nuestro corazón y el control de azúcar en sangre. En el estudio Iowa Women’s Health Study, en el que participaron más de 30 000 mujeres posmenopáusicas, el consumo regular de fresas durante un periodo de 16 años de seguimiento condujo a una notable reducción en el riesgo de mortalidad por enfermedad cardiovascular.

Por lo general, solemos comer fresas crudas y frescas, pero también pueden estar en mermeladas, jaleas, postres y en la condimentación de alimentos.

Las fresas están compuestas principalmente de agua ( 91%) y hidratos de carbono ( 7,7% ). Tienen pequeñas cantidades de grasa (0,3%) y proteínas (0,7%). Las fresas frescas son ricas en agua, lo que hace que su contenido en carbohidratos sea muy bajo ( inferior a 12 gramos por taza ).

La mayoría de los carbohidratos que tienen las fresas provienen de los azúcares simples, como la glucosa, la fructosa y la sacarosa, pero también tienen una buena cantidad de fibra. El contenido neto de hidratos de carbono digeribles es inferior a los 6 gramos por cada 100 gramos de fresas.

Las fresas tienen un índice glucémico de 40, lo cual es relativamente bajo, esto quiere decir que las fresas no provocan grandes picos de azúcar en sangre, y son consideradas como seguras para las personas diabéticas.

Por último, también se ha descubierto que comer fresas puede disminuir la tensión y mejorar el perfil lipídico en sangre al aumentar los niveles de colesterol HDL, además de prevenir la inflamación y el daño oxidativo.

En definitiva, las fresas son un aperitivo delicioso bajo en calorías con un alto aporte de vitaminas y minerales, consúmelas de forma regular y mantendrás tus niveles de glucosa en orden, además de reducir la tensión y el colesterol.

Fernando Santa Isabel