EMPATIA POR AQUÍ, EMPATÍA POR ALLÁ.........

Señores y señoras, pasen y vean……pasen y vean……el Circo Mediático Mundial de la Empatía…..Pasen y vean…….lo nunca visto, un ser humano que se pone en la situación del otro y es capaz de entenderle……es un caso único,,,,,recien llegado de las tierras donde muere el Sol, este hombre será capaz de entender su situación y no le juzgará y todo por un módico precio……..

Y así, como si fuera la canción, se nos llena la boca de: empatía por aquí, empatía por allá, empatía para tí, empatía para mi………y se ponen cosas preciosas sobre ella, y como el ser humano ha de tener la capacidad de ponerse “los zapatos” del que tiene en frente, y así poder juzgar su camino. Pues bien, y una leche¡¡¡. Hemos convertido la empatía humana, en un circo de hacer dinero, y un monstruo que tienes los pies de barros.

No tienes más que levantarte por la mañana, y marchar hacia tu trabajo. Y es entonces cuando te das cuenta que aquel producer que escribió un gurú de la marca personal, sobre la empatía no es más que un brindis al sol. Solo sirve para imprimirlo y ponerlo de mantel para que mi hijo lo manche cuando tire los espaguetis con tomate que tanto odia.

El que va delante de ti no te espera con la puerta abierta de acceso al metro, por mucho que pese la mochila que llevas en la espalda. La señora que entra al vagón, y que tiene mas años que el propio metro, espera ansiosa que alguien caiga del guindo y se levante para cederle el asiento. Y es entonces cuando te das cuenta que los que van contigo en el vagón, “la empatía” le suena a una hermana de su madre a la que no ven hace tiempo.

Empatía por aquí, empatía por allá, la la la la, y la niña que tiene el bolso de chuches no le da ni una a la que no tiene nada en su bolsa. Y así podríamos seguir poniendo ejemplos hasta llenar miles y miles de folios. ¿Que coño nos pasa? uy cuidado que ha dicho un taco…..pues si eres empático ponte en mi lugar y comprende que ese exabrupto venía a cuento….

Entiendo el pensamiento positivo, que es ese que estira la empatía a los límites fuera de lo que miro, y me hace pensar en el enfoque que defiende : claro no nos levantamos en el metro por la señora mayor, porque no nos hemos dado cuenta….pero ¿sabes lo que ocurre? que pasan una estación, dos, tres, y seguimos sin darnos cuenta. Y es entonces cuando prefiero pensar que no somos nada empáticos a que somos idiotas perdidos.

A esta altura de la partida en la que tengo casi 50 años, me puedes contar la milonga que quieras, que me la creeré para no hacerme daño ni a mi ni a ti, pero hemos hecho de la empatía, una bonita palabra que sirve para llenar seminarios y clases de habilidades directivas a gente que solo le importa que su iPhone no se quede sin batería y que le da igual que la señora no se siente. Y luego vendrán, los que dicen: es que eres muy pesimista. Lo ves todo negro. Con esto vas a aburrir al Santo Job……..pues bien si quieres te sigo contando milongas y te sigo contando como es el país de Nunca Jamás, pero amigo mío, Peter Pan no era empático, Peter Pan no existe.

Y lo que si te digo es que si este texto te revuelve algo las tripas, te pido empatía por favor, y que me entiendas, y así sabrás los motivos por los que lo escribo.

Ah y el Circo por hoy se cierra y el payaso se va a su caravana a quitarse el maquillaje de la sonrisa que mañana pintará con las mismas ganas de siempre.

Será maravilloso, la la la la,

Francisco José Paredes Pérez