Desperzonalización

Uno de los síntomas más extraños o peculiares del extremo de la ansiedad es la despersonalización. Es la sensación de estar desconectado de la realidad, de ti mismo, del entorno que te rodea.  Este síntoma es tan sólo un reflejo de la cantidad de tensión acumulada que llevamos cada día, dando un mensaje muy fuerte y específico que necesitamos escuchar.

Dicho estado puede llegar ya sea durante un ataque de pánico, o estar de manera constante bajo altos niveles de ansiedad. Lo que es un hecho, es que llega cuando tus niveles de tensión son tan elevados que tu mente necesita desconectarse de su cuerpo y de la realidad, como una especie de desmayo mental, o un tipo de estrategia o mecanismo que tiene tu cuerpo para desconectar.

Es una sensación particular, de estar separado o dividido, ajeno a todo lo que te rodea, vulnerable, es una confusión constante que genera angustia, separado de la realidad, inaccesible a los sentimientos. Un estado de resignación que te hace sentir malestar.

Quizás tu realidad te desagrada, ya sea porque tu empleo no es lo que deseabas, tu vida sentimental no cubre con tus expectativas, tu vida personal o tu entorno no son precisamente lo que tu anhelabas; es allí cuando tu mente decide separarse de su cotidianidad.

Cualquiera que sea el caso, es un hecho que esto no deja canalizar tu frustración con el exterior. Por eso decides comportarte como si no pasase nada dejándote llevar más y más allá haciendo que la desconexión contigo mismo cada vez sea más grande.

Es así como ansiedad hace un llamado extremo a tu consciencia y a ti mismo que tienes que escuchar, y el llamado diría algo así:

“¡Escucha! es momento que dejes de pretender ser alguien que no eres, es momento que te olvides de hacer cosas que no te gustan, de callar tus opiniones, de tener una vida que no quieres, es momento de que dejes de creer que todo es blanco y negro, que tienes que tener todo bajo tu control, que eres de determinada forma… Todo tiene una salida, de la cual tú mismo eres la llave.

En volver a sentir está la clave, conectar de nuevo con tu esencia y con la realidad, desde mi punto de vista, la despersonalización es un extremo del péndulo, y cuando estás en ese extremo, el único camino es de regreso.  

Habla, escribe, sal a caminar, mueve tu cuerpo… habla de lo que te enoja y lo que te molesta con tu amigo más imparcial, escribe todo lo que piensas y sientes sobre tu vida y la realidad recuerda que eres al único a quien no le puedes mentir, y después evalúa qué tan complicado te suena y si hay o no solución para eso.  

Establecer una rutina saludable es necesario. Debes poner horarios y específicamente en tus horarios de sueño, pues descansar te ayudará a reconectar con cierta estabilidad, la cual, estarás de acuerdo que con la despersonalización no sientes.

Anímate a preguntarte a ti mismo quien eres, es necesario que vuelvas a ver tu esencia.  Quizás te ayuda ver fotos de cuando eras niño, verte desde el exterior y describirte… se trata de que llegues ver a quién eres en realidad más allá de las máscaras o de la identidad equivocada que has adquirido.

Se tú mismo y pregúntate si no tuvieses miedo, o no tuvieses que satisfacer a los demás qué harías de tu vida cómo actuarías, y allí comienza a llevar a cabo lo que tus propias respuestas te digan.

Por último, toma cinco minutos de tu vida todos los días, para observar lo que está a tu alrededor y date cuenta que formas parte de él.

“Sin ti las emociones de hoy sólo serían las envolturas muertas de las del ayer.”

Hipólito (Artus de Perguern)