Velázquez haciéndose un Selfie de moda del siglo XVII

¡Y nosotros que creíamos que éramos de lo más adelantados y que eso del selfie era de lo más moderno! , pues NO amig@s. Eso de retratarse uno mismo y al grupo de colegas viene de muy lejos, si no, mirad este cuadro de Velázquez que se encuentra en el Museo del Prado de Madrid, titulado "La adoración de los Reyes". Fue el primer cuadro firmado por él.

Lo que sí, no os puedo negar , es que llevaba más tiempo realizarlo. ¡Hoy las ciencias adelantan que es una barbaridad!

Esta obra la realizó en 1619, con 20 años. Para entonces ya estaba casado con Juana Pacheco, hija del pintor Francisco Pacheco y tenían un retoño de un año.

Pero vayamos al grano. En el cuadro, ya sabéis, es de estilo barroco, con esos claroscuros tan típicos y ese naturalismo que se muestra tanto en los gestos como en los ropajes  y que huye de toda ampulosidad. 

En el lienzo están representados, como Virgen María  su mujer Juana que tiene en sus brazos a la hija de ambos, Francisca. Como Gaspar, se retrata él mismo., Melchor es su suegro Francisco Pacheco y, Baltasar se cree que es su hermano , a modo de Rey Baltasar de cabalgata, o bien, un criado o siervo. ¡Que digo yo que los expertos , en este caso, no parece que tengan un criterio excesivamente coincidente!.  El personaje de la izquierda era un habitual como modelo y, San José, alguien que pasaba por allí y con una mirada extasiada sobre María.

Es curioso observar cómo está de empaquetada la pobre de Francisca. Parece que la van a facturar.  Realmente era una costumbre que hasta hace no muchos años seguía practicándose. Otro punto llamativo es el de las manos de la Virgen. Parecen manos de descargador de muelles. Son manos de una persona habituada a trabajar con ellas en tareas duras y cotidianas.

Como podéis apreciar, es una pintura bastante sobria, en la cual se atisba un paisaje que comienza a vislumbrarse con el amanecer. Las copas donde están los presentes, oro, incienso y mirra, son típicamente Velazqueñas. Fijaos cuando podáis en algún otro lienzo donde aparezcan vasijas, por ejemplo en La Fragua de Vulcano o El aguador de Sevilla.

El cuadro puede que tuviera unas dimensiones mayores y fuera recortado. Ya se sabe, ¡los recortes llegan a todas partes! .

Ya véis amig@s, no todo es tan moderno como parece

Un saludo selfie