UB-65 (Ficción novelada de la leyenda III) El desenlace

2 de Noviembre de 1963 Cercanías de Denver (Colorado)

Mi nombre es Richard Garner soy redactor en el Denver News, y escritor incipiente de novelas. En mi Ford Galaxie 500 xl cabrio azul, voy al encuentro de James McKinley. 

Me encanta este pequeño diablo azul. He seguido las indicaciones que me dio por teléfono, tercera intersección de la interestatal a la izquierda, veo la montaña de Longs Peak al fondo, el camino serpentea y con cambios de rasante constantes disfruto aún mas de mi flamante bebé.

El puente de madera era el comienzo del rancho del Sr. McKinley, por lo tanto su camino me conduciría si o si a él. Quedar después de comer había sido un acierto, un rato de amena conversación una breve explicación y vuelta a la ciudad para cenar con Donna, ¿Que más podía pedir un joven escritor de éxito?

La casa era excepcional, no muy grande pero con un estilo que yo, solo había visto en fotografías de Alemania y Suiza. El Sr Mckinley bajaba las escaleras. Me saludó pidiéndome que me dirigiera a él con el nombre se Carl, su autentico nombre y mientras el me iba hablando del camino yo empece a estudiarlo, de unos sesenta y pico, aspecto cuidado, bien vestido, locuaz, barba y arrugas nobles protegiendo sus ojos.

Carl- ¿Ya me has estudiado bien, Richard ?

- ¿Perdón?

Carl- ¿No es eso lo que hacen los escritores? ¿Captar la esencia del personaje?

-Bueno Carl, existe muchas leyendas sobre nosotros, algunos nos ven casi tan peligrosos como los abogados.

Carl- No te preocupes Richard desde aquellos días, pocas cosas me preocupan. Pero siéntate, ya tengo el café preparado.

Tomé asiento en el sillón de orejeras marrón, él se sentó en otro igual justo enfrente de mi. Sirvió el café, cogió su taza y se acomodo en el sillón.Tomo un sorbo largo de café y me miró.

Carl- ¿Crees en los fantasmas Richard?

-Algo hay, no se que es, pero como he plasmado en la novela Fantasmas de Gettysburg, "Cuando Edison invento el fonógrafo dicen que buscaba una impregnación del pasado". Tal vez algo queda latente después de la marcha.

Carl- Estamos de acuerdo. ¿Y mi historia? ¿La ves interesante para una novela?

Boom, directo. Cada vez me gustaba más este tipo, al grano, si señor. 

Momento de demostrar que traigo mis deberes hechos.

-Sin duda la historia es fascinante Carl, sin embargo he comprobado que ya circula otra versión y que la Marina Imperial Alemana niega los hechos. Las guerras mundiales empiezan a perder interés, la parapsicología esta tomando relevancia pero honradamente, no sabemos hasta donde llegará y por otro lado, en tu manuscrito, falta algo ¿verdad? 

A la vez que le entregaba el manuscrito, en un acto gestual.

Carl- Muy bien Richard, me honra el trato que le has dado a mi historia y a pesar de que sé que no vas a escribirla, al menos por ahora. Creo que te mereces la clave que cierra su misterio.

El también efectuó su acto gestual, guardó el manuscrito en un cajón del mueble que destacaba en el comedor. Se acerco y tomo asiento en su sillón.

Carl- Aquella tarde después de que se exorcizo el UB-65 la luz verde se convirtió en una imagen difusa pero evidente, era Hans el segundo oficial, levanto la mirada, sus labios se movían, pero al principio no entendía lo que decía, cogió mi mano el contacto era gélido.

El espectro de Hans me dijo,

- Mi cartera, la explosión me la arrebato, en el hueco de los tubos de lastre, dásela a mi familia, dásela... y quédate con la foto. ¿Lo harás? ¿Lo harás?  

Si, conteste. Su aspecto cambio, parecían aparecer unos ojos humanos detrás de los agujeros que antes tapaba la bruma verde. 

-Nadie me escuchaba, se volvían locos, esto no tenia que haber sucedido nunca. Carl cuídate los que vienen no son limpios, tienen el corazón negro, en el hueco de los tubos de lastre, dásela a mi familia, dásela... y quédate con la foto. ¿Lo harás? ¿Lo harás? decía mientras se alejaba.

Quite la chapa que protegía los tubos metí la mano y note algo, nervioso lo saque, era su pipa, "todo buen oficial, debe fumar en su pipa" la metí en mi bolsillo y seguí buscando, en una esquina del hueco toqué la cartera y la saqué golpeando en el borde, se abrió y un papel cayo al suelo, lo abrí, Escritura de propiedad de la granja de...

Entendí su insistencia, Hans con la enfermedad del juego, salió de su casa la última vez dispuesto a jugarse la herencia familiar, algo le hizo pensárselo mejor. Si no hubiera sufrido aquel accidente hubiera devuelto aquellos papeles a su casa. 

En la foto aparecía él con su pipa y un periódico abierto, la guardé con la pipa. Metí la cartera en un sobre anote la dirección de la granja y me dirigí al puesto de correos del puerto.

Con la misión terminada empece a pensar en mí, saque mi petate de emergencia y guardé los documentos que me había preparado por si las cosas se complicaban, como al parecer iba a ocurrir. Al meter mi mano en el bolsillo me quedé de piedra, la pipa había desaparecido. Metí la foto y escondí el petate en el hueco de donde había sacado la cartera. La tapa la deje cogida solo por un tornillo suelto, no se apreciaba nada y ese era mi puesto, impediría que se acercaran.

Me senté a esperar y estaba pensando en como podía ser que hubiera hablado con un fantasma, cuando alguien golpeó mi pie... 

Carl- El resto ya lo has leído en mi manuscrito Richard.

Mudo, así me había quedado, sin duda el eslabón ataba toda la historia. ¿Pero seria cierta? se dirigió al mueble donde había guardado el manuscrito, abrió el cajón y saco algo que puso encima del mueble, acerco una lupa al objeto, devolvió todo a su sitio y anotó algo en una hoja, la metió en un sobre junto a un puñado de dolares, cerrándolo después.

Carl- Se hace tarde Richard, seguro que le esperan a cenar. Le voy a pedir un pequeño favor. Al incorporarse a la interestatal verá una tienda junto a una gasolinera, ¿seria tan amable de darle este sobre? Es la lista de lo que necesito, ellos me sirven habitualmente. 

Suspiro a la vez que dijo, casi para si mismo "que lastima ese chico me caía bien" 

Carl- Los acontecimientos Richard no se pueden cambiar nunca. Si lo intentas, al final siempre se vuelve al punto de partida y sucede, el destino esta escrito.

Me acompañó hasta el coche, yo le iba dando vueltas a lo último que había dicho, habría podido Hans cambiar el curso de los acontecimientos.

Carl- Humm, mejor será que pongas la capota hijo, aquellas nubes que vienen desde la montaña traen agua, conduce con cuidado sobre todo en el segundo puente.

Nos dimos la mano y me vi en el coche volviendo a Denver, o mejor dicho expulsado hacia la ciudad. Desde el mismo momento en el que pensé, que tenia la conversación dominada, fue él, el que orquestó la partida. Tonto, tonto y tonto. Decidí estar pendiente de la carretera, tal y como dijo Carl llovía cada vez más fuerte. Reduje la velocidad al ver el puente. Estaba cruzando cuando vi el segundo a lo lejos. Pero al venir solo había uno, desconcertado me centre en pasarlo y a la salida mire por el retrovisor, un escalofrío me recorrió el cuerpo al ver la figura del espectro verde. Acababa de pasar por allí, no había nada y ahora una figura fumando en pipa me saludaba en la distancia.

Continué con un temblor de piernas notable, mil preguntas llenaban mi cabeza cuando me uní a la interestatal, justo a la derecha estaba la gasolinera con una tienda al lado.

Aparque y me dirigí a la tienda protegiéndome de la lluvia con la americana, me acerque al mostrador vi un hombre de mediana edad con barba y gafas.

¿Que desea amigo?

Carl me ha dado este sobre para usted, dije alargando el brazo.

Espere. 

Abrió el sobre, cogió el dinero, sacó una caja de debajo del mostrador y puso el sobre encima de la caja.

Esto es para usted.

Confundido salí de la tienda, me recibió un sol radiante, en apenas un minuto la tormenta había desaparecido. Sentado en el coche miré el reloj, tiempo justo. Guardé el sobre en la americana y abrí la caja. dentro había una pipa magníficamente realizada con un papel que decía  todo buen oficial, debe fumar en su pipa y recuerde nada ni nadie puede cambiar el futuro" La guarde en el maletero y entré en el Restaurante.

Donna me esperaba en la mesa, me disculpé y pedimos la cena, sin embargo yo me encontraba intranquilo. Cuando ella salió al baño, aproveché para abrir el sobre y sacar el papel. 

Estimado Richard,

No busque el rancho, ni me busque a mi, tan solo estas notas y el regalo son testigos de lo que acaba de vivir. Efectivamente los fantasmas existen, el futuro está escrito y nada ni nadie lo puede cambiar, no lo intenté, es inútil. Solo aproveche la situación. 

El día 13 de mayo de 1918 el barco Esperanza De Larrinaga de bandera Británica fue hundido por el UB-65 en la localización 55° 49'N, 7° 25'W cubriendo la ruta Galveston & Newport News - Manchester. En él iba su abuelo por parte materna. Consideré lo que hay bajo el fondo de la caja, como una pequeña compensación. 

Hans y el periódico de su foto, quieren por su parte ofrecerle algo. Es lo que he escrito cuando tomábamos café en otro papel que está dentro del sobre.

                                                                                                                                                                                                Carl 

El papel indicaba que por todos los medios debía solicitar al Denver News ser el enviado especial para cubrir un evento concreto y la letra temblorosa de Carl decia, "Plaza Dealey"

Youtube

Imagen: Libre modificada.

Leyenda novelada de ficción del UB-65 propia, basada en la que existe en la Red. El capitulo 3 es pura fantasía si bien he utilizado algunos datos de localización reales.

UB-65 (Ficción novelada de la leyenda)