Tu Herida Es Tu Capital

Acabo de disfrutar y aprender con un video de uno de los que considero mis maestros de Coaching: El Dr. Julio Olalla. Te cuento esto porque el título de mi post es una frase que él dijo y me inspiró a escribir lo que quiero compartir con vos.

Nos cuesta cambiar nuestra mirada sin embargo, necesitamos permanecer intentándolo puesto que esta es la herramienta principal para llegar a ser felices.

Todos tenemos sufrimientos, quiebres, situaciones de dolor en nuestras vidas. No las podemos evitar pues están fuera de nuestro control. Lo que sí podemos es precisamente cambiar nuestra mirada y re-dirigir nuestra energía, del lugar donde la tenemos enfocada hacia otro que nos impulse a sanar y seguir adelante.

Toda alma tiene sus raspaduras. Doménico Cieri Estrada

Lo importante es mirar con otros ojos en lugar de buscar nuevos territorios. Marcel Proust

Todos tenemos heridas. Podemos escarbar y hundirnos en ellas o sacar de allí nuestra fuerza y fortaleza para reinventarnos, volver a nacer y seguir, más potentes que nunca, con un aprendizaje nuevo e iluminador.

Podemos mirar las heridas como algo sangrante y doloroso.

Podemos mirar las heridas como una fuente de inspiración.

Podemos quedarnos sufriendo a partir de nuestras heridas.

Podemos llenarlas de perdón y sentirnos nuevos.

¿Cómo hacemos para cambiar nuestra mirada?

Mantengamos atenta nuestra capacidad de asombro.

Que cada cosa que observemos nos parezca nueva, que no demos nada por conocido, que podamos maravillarnos ante los diferentes verdes que nos ofrece un paisaje, que sintamos que cada cosa buena que nos pasa es para agradecer.

Sorprenderse, extrañarse, es comenzar a entender. José Ortega y Gasset, filósofo español

¿Te preguntaste alguna vez por qué tanto dolor en tus heridas, en tu herida?

Primero cambiá la pregunta de “Por qué” a “Para qué”

Y luego prestá atención al asombro que como dice Ortega y Gasset te ayudará a entender.

Cuando practicamos el asombro, surge la gratitud.

¿Qué es la gratitud?

Lo que es gratis. Lo que no tiene costo ni tiene precio. Agradecer nos hace sentir bendecidos.

Entonces, a habituar nuestra conducta a Aceptar…Aceptar…Aceptar.

La aceptación es el estado de ánimo que nos conduce a la paz.

Aceptar no quiere decir que estamos de acuerdo con lo que sucede –o sucedió-. Aceptar quiere decir “así es” y resistirme a eso es ahondar mi dolor.

Cuando cambiamos nuestra mirada sobre las heridas, empezamos el proceso de trascender el dolor, ir más allá del dolor.

Pues bien, no se puede trascender sin aceptar.

Primero la aceptación y luego, liberarnos para trascender.

¿Desde dónde podemos comenzar a trascender?

Solo desde el presente que es lo único que existe. Ni pasado ni futuro, solo presente.

No insistas en el pasado, no sueñes en el futuro, concentra tu mente en el momento presente. Buda

Atravesar el miedo. No vencerlo pero no dejar que nos paralice. Seguir adelante pasando a través de él. Me gusta repetir un título de un libro de Susan Jeffers porque creo que es el más grandielocuente en el proceso con nuestros miedos: “Aunque tenga miedo, hágalo igual”.

Cuando atravesamos el miedo, surge el coraje.

Tu herida es tu capital. Espero que se grabe en vos.

Es imposible pasar por la vida sin recibir ningún rasguño. Tampoco es deseable. Por las heridas que acumulamos podemos conocer tanto nuestras locuras como nuestros logros. Christopher Paolini

Y ya estamos, ya estamos.

A esta altura del proceso que te comparto, tu mirada ya no es la misma.

Empezaste el camino para cambiar tu mirada.

Usted vive en un sueño. Cuando decide a la mañana que los hombres sean hermosos, las dos arrugas que el portero de su casa lleva en la cara se tornan tiernas mejillas para besar. Jean Giraudoux

Recuperaste tu capacidad de asombro. Te llenará de amor sentir tu niño interior.

El asombro es el móvil de cada descubrimiento. Cesare Pavese

Te dejaste llenar de gratitud.

Vamos a no dan por sentado

Ese pequeño acto de usar

Del vecino amablemente

Que reconoció nuestra necesidad.

Vamos a no dan por sentado

El sol y la lluvia,

La paz que nos envuelve,

El día que está libre de dolor.

Vamos a no dan por sentado

La lealtad y sonrisas

De quien ha caminado junto a nosotros

Estas muchas millas, cansados.

Vamos a no dan por sentado

Estos regalos que suavizan el camino;

En su lugar vamos a expresar

Nuestro agradecimiento cada día.

Dora L. King

Se acabó la resistencia con el beneficio que eso conlleva porque nos liberamos de que el dolor se repita insistentemente. Ya podemos aceptar.

No podemos cambiar nada hasta que nosotros lo aceptamos. La condena no libera, oprime. CG Jung

Estamos trascendiendo.

La palabra trascender tiene entonces, dos acepciones: la huella que habremos de dejar tras nuestra partida y el ir más allá de nuestros propios límites. Marisa Pascucci

(Ir más allá de nuestros propios límites, para este contexto que estamos compartiendo).

No nos apartamos ni por un segundo del presente.

Si mi conciencia del futuro y el pasado me hace menos consciente del presente, debo empezar a preguntarme si estoy viviendo de veras en el mundo real. Alan Watts

Atravesamos el miedo y seguimos en camino.

Te presento un cambio de mirada respecto del miedo.

No podemos escapar del miedo.

Solo podemos transformarlo en la compañía que va con nosotros en todas nuestras excitantes aventuras… Susan Jeffers

Y apareció el coraje.

El que no tiene el coraje suficiente para tomar riesgos no conseguirá nada en la vida. Muhammad Ali

Y “Coraje”, amigo, es “echar el corazón hacia adelante”.

Con este bagaje de herramientas… ¿Creés que no podrás cambiar tu mirada y concluir por fin que

Tu Herida Es Tu Capital?

Dijo una ostra a la ostra vecina:

-Siento un gran dolor dentro de mí. Es algo pesado y redondo, que me hace daño.

-Alabados sean los cielos y el mar-respondió la otra con altiva condescendencia–.Yo no siento dolor ninguno. Estoy buena y sana, por fuera y por dentro.

En ese momento, un cangrejito que pasaba oyó a las dos ostras, y dijo a la que estaba buena y sana por dentro y por fuera:

–Sí, estás buena y sana; pero el dolor que siente tu vecina es una perla de extraordinaria belleza.

Khalil Gibran