MI DIOS ES UN CACHONDO

Mi Dios es un cachondo. Es divertido. Y le encanta jugar conmigo. Me pone en situaciones diversas y espera mi reacción. No siempre reacciono cómo el espera pero es paciente. Trata de dármelo mascadito. Sino lo comprendo por un lado, lo intenta por otro. Me costó pillar su manera de ver las cosas y el porqué lo hacía así. Pero ya le voy cogiendo el punto. Se que lo hace por algo. Siempre. Aunque a veces no lo entienda, el tiempo me da una perspectiva distinta. 

Mi Dios no pertenece a una religión en concreto. Más bien a todas y a ninguna. Verdaderamente todas las religiones que conozco han hablado de él pero no como yo lo veo. Aunque eso no importa. Tiene muchas maneras de hablar con la gente. Y conmigo así es como le funciona. 

Mi Dios confía en mis decisiones, aunque ni yo mismo lo haga. Trata de hablarme continuamente de las maneras más raras que os podáis imaginar. Desde a través de algo que dice mi niño hasta por una película de Stallone. No siempre tengo las orejas abiertas pero cada vez estoy más atento a lo que me cuenta. 

Mi Dios es amor puro y duro. Sin medias tintas. Hay veces que ese amor se me indigesta y otras veces lo camufla con putaditas que incluso me hacen hasta dudar de él. Pero eso es lo que quiere. Que dude. Porque solo cuando dudo reflexiono y saco mis propias conclusiones. Y es ahí cuando sonríe. Le gusta eso. 

Mi Dios esta en todas partes. No de un modo místico. Es muy real. Lo veo cada día en la preciosa cara de mi niño. O en la sonrisota de mi chica al verme. O cuando me paso las tardes escribiendo. Esta ahí. A mi ladito. Vamos, se deja notar. 

De vez en cuando se aleja un poco a ver que hago. Me observa en la distancia pero sin perderme de vista. Y cuando ve que me encabrono o me pierdo de nuevo, regresa, como un papi en el parque con su hijo. No me pierde de vista y regresa cuando ve que le necesito. Vale, si, si estoy muy cabreado me niego a escucharle. ¿Pero es normal, no? Que uno tiene su orgullo..... 

Mi Dios en un crack. Y un buen amigo. A ver que jueguecito se le ocurre ahora. Porque a veces le temo..... Ainssssss.