Candelario (Salamanca)...El pueblo factoría

Situado en un paraje  idílico de la sierra de Béjar, provincia de Salamanca, este pueblo serrano está seleccionado para ser una de Las Siete Maravillas Rurales 2017, y el próximo 30 de noviembre  se dilucidará en Madrid si encabeza esta  prestigiosa lista.

Está enclavado en el espacio natural protegido de Candelario, rodeado de bosques de castaños y robles. Fue declarada esta zona Reserva de la Biosfera  en 2006.

Estas fechas en las que nos encontramos son idóneas para su visita, ya que el paisaje se tiñe de amarillos, naranjas y verdes. Además es época de recogida de castañas que podréis degustar en los diferentes restaurantes existentes.

Su origen se atribuye a una colonia de pastores asturianos, aunque parece ser que tuvo su influencia en tiempo de los romanos. 

Es un pueblo de montaña con una construcción muy característica. Declarado Conjunto-Histórico Artístico en 1975, la mayor parte de su trazado se realizó entre 1700 y 1920. Sus casas, de gran personalidad, también llamadas "choriceras" están construidas con anchos muros de piedra, balcones corridos de madera de castaño, con más de dos plantas y una entrada principal con sus particulares batipuertas (observad las imágenes inferiores).

Realmente estas casas eran fábricas chacineras. En la planta baja está el patio donde se despiezaban los cerdos y otras reses.Existía una habitación que se denominaba "picadero", donde se llevaba a cabo la matanza o mondongo y las labores de embutido de la chacina. Previamente se les sacrificaba ante las batipuertas que servían a modo de burladero. Muy cerca de la puerta veréis que hay una gran argolla llamada "morón" utilizada para el sacrificio del animal. 

Para el baldeo y limpieza de las calles, todo el pueblo está urbanizado en los laterales de sus calles con las famosas "regaderas" . Son pequeños canales a modo de acequias urbanas que cruzan la villa llevando el agua desde lo más alto de la sierra. Sirven para el riego de las huertas cercanas y tuvieron utilidad para arrastrar los despojos y la sangre de los cerdos en época de matanza.

La planta primera estaba dedicada a la vivienda.Es curiosa la peculiaridad de esta parte dedicada a vivienda porque no tenía la típica chimenea de campana, sino que el techo presentaba una rejilla o"sequero", por el que se redirigía el humo hacia el desván, donde se encontraba el embutido y eso facilitaba su curación.

 El segundo piso es diáfano para poder acumular el mayor número de productos cárnicos. Las ventanas y puertas son correderas para poder graduar la entrada de aire para el secado del embutido. El humo escapaba entre las tejas y, si os fijáis, el gran alero que corona la casa, está ennegrecido por él.

Llegaron a existir 103 fábricas familiares de embutidos, de ahí el dicho de que "en Candelario atan los perros con longaniza"

En la parte alta de la villa, está el barrio de los perros  que era la zona donde habitaban los judíos. Es curioso conocer, llegados a este punto, que la matanza se hace, desde hace siglos, con la participación de todo el pueblo. En parte, es debido a que existían dudas sobre la conversión de aquellos judíos pasados a la fe cristiana y, como sabéis, tienen prohibido el consumo de cerdo. Esta era una manera de asegurarse su real conversión.

Como podéis apreciar en la foto superior, el último piso está cubierto, en sus paredes externas, por tejas puestas en sentido inverso para evitar las humedades y que no afectara al embutido.

En la foto inferior podéis apreciar la Ermita del Santísimo Cristo del Refugio y, justo delante, la Cruz de Término. Estad preparados para hacer piernas a partir de este punto, ya que las calles  tienen una buena pendiente, pero merece la pena perderse un poco por ellas e ir escuchando la cantinela acuática de las regaderas.

Buenos amig@s, estad preparados para disfrutar de este pueblo y su entorno paisajístico.

Ya sabéis, carretera y manta.

Un saludo