Un recorrido por La Habana

¡Hola abejitas!

Quiero continuar contándoles mis historias del viaje en el tiempo que hice a dos ciudades de Cuba. La primera de la que les he estado hablando es la hermosa ciudad de La Habana.

Lee aquí la primera parte del Encantador viaje en el tiempo. Aún les debo el artículo de nuestra primera noche en La Habana, pero es que aún no he podido subir todos los vídeos a Youtube. 

En nuestro segundo día en La Habana decidimos tomar el autobús turístico para conocer bien la ciudad. Como en otras ciudades del mundo, pagas tu boleto y te puedes bajar en diferentes estaciones, quedarte disfrutando en una zona, y luego esperar a que llegue el siguiente autobús turístico para seguir con el recorrido.

Comenzamos desde La Habana vieja. Quedé realmente impresionado con los edificios que observé, le decía a Fabiola Fuentes que por ratos me sentía en Madrid o en otra señorial ciudad de Europa, y es que Cuba en su momento fue el tercer país más rico de América, con la tercer capital más moderna del mundo, así como lo leen. Era más rico que Italia, España, Japón, Austria y Portugal, pero antes del mal llamado socialismo. 

También me pude dar cuenta que el primer edificio construido en hormigón en todo el mundo se encuentra en La Habana, se llama el Focsa, y fue construido en 1952. ¡Qué orgullo para ellos!

Pasamos por una antigua estación de ferrocarril donde pude darme cuenta que Cuba fue el primer país de América Latina y tercero del mundo en tener ferrocarril, solo Gran Bretaña y Estados Unidos estaban más adelantados. 

El autobús pasó frente a muchos históricos lugares como el Instituto Cubano de Radio y Televisión. Hasta ese momento, yo ignoraba que Cuba fue el segundo país del mundo en abrir una estación de radio. Se dice de hecho, que la primera emisora de radio del mundo fue una cubana: Esther Perea de la Torre, y que cerca de 1930, Cuba tenía 61 estaciones de radio, 43 de ellas en La Habana, ocupando el cuarto lugar en el mundo, solo por atrás de Estados Unidos, Canadá y La Unión Soviética. Impresionante ¿Cierto?

En nuestro recorrido pude ver que La Habana está llena de enormes y hermosas plazas, y allí se puede ver que disfruta todo el mundo, desde jóvenes hasta ancianos, nacionales y extranjeros. 

Después de dar una vuelta completa por la ciudad, decidimos continuar nuestro recorrido a pié. Nos bajamos justo frente al mítico Restaurante y Bar El Floridita, cuna del Daiquirí. 

El Floridita fue adquirido por un catalán de nombre Constantino Ribalaigua Vert. El lugar se hizo famoso porque el escritor y periodista estadounidense Ernest Hemingway lo frecuentaba con regularidad, y claro, el hombre cada vez que iba aprovechaba a tomarse un daiquirí doble, al que le terminaron poniendo el nombre por el que conocían cariñosamente al escritor: Papa. 

Por ahora, y como decía Porky: Eso es to, eso es to, eso es todo amigos. Aunque aún me queda por contarles el fabuloso y peculiar helado que nos tomamos ése día, la anécdota en el bar donde nos tomamos una cerveza, la droguería más antigua de Cuba, la famosa pizza cubana, y la factoría en La Plaza Vieja. 

¡Hasta pronto! 

Hugo.