Un método que, aunque produce risas, es muy efectivo…

Después de cortar con su novia, un joven americano encontró un test de embarazo en el cajón del mueble de su baño. Por diversión, pensó en hacer un experimento: orinar en el “palito” y… ver lo que pasa. El resultado ha sido uno inesperado ya que, después de esperar unos minutos, vio cómo aparecen las dos líneas de color rosa que indican que la persona que se hizo la prueba estaría embarazada. Sin salirse de su asombro, el joven hizo una foto al test de embarazo y la subió a su cuenta, en una red social conocida, para mostrar a sus amigos el resultado del “experimento”. Un médico le ha contestado diciéndole que, si es verdad que ha hecho el test, más vale que se haga una prueba para el cáncer testicular.

Alarmado, el joven se documentó en internet y descubrió que, en verdad, los test de embarazo pueden detectar este tipo de cáncer, midiendo la hormona - gonadotropina coriónica humana, o hCG, en la orina. Asustado, acudió a su médico que le explicó que la placenta segrega una sustancia presente también en el caso del cáncer testicular. Afortunadamente, sufría de cáncer testicular en sus primeras etapas así que el “experimento” con el test de embarazo fue decisivo en el diagnóstico.

El cáncer testicular es considerado uno de los más curables, pero solo si se detecta en la fase incipiente. Si no se detecta a tiempo, puede provocar metástasis en otras partes del cuerpo. Un diagnóstico a tiempo, seguido de un tratamiento adecuado, pueden aumentar en gran medida las posibilidades de vida. La tasa de supervivencia es superior al 90% en las primeras etapas.

Fuente: BZI.ro