Seudolectura glotopolítica del estatus actual de la RAE

A mediados de octubre de 2018 las noticias digitales se replican en las redes sociales haciéndose eco de que la crisis de la Real Academia Española (RAE) amenaza con cerrarla. Según el trabajo de Paula Carroto en El Confidencial  la "RAE está en el filo por la quiebra económica y bronca interna". Destaca en el título que "la situación es lamentable". En los 46 miembros se percibe que "no quieren alzar demasiado la voz" Agrega que para poder realizar ese trabajo "han callado muchos más de los que han querido hablar". Llama la atención la acotación de la periodista en cuanto a que a pesar de que las elecciones internas que han de realizarse el próximo 13 de diciembre, "al director se le elige casi por unción divina, puesto que no se presentan candidatos sino que cada miembro vota a quien cree más adecuado". Más allá de este asunto tan importante del que se hace eco este medio, la efervescencia de estos momentos se ha centrado después de que el actual Presidente de la RAE expusiera su renuncia a un segundo mandato. En un cable de la agencia EFE desplegado en 20Minutos, Darío Villanueva insiste en que sus razones son netamente "personales" y en que la RAE "no tiene deudas ni está hipotecada". 

En el diario El País, el periodista Jesús Ruiz Mantilla amplía más en cuanto la crítica situación económica e institucional reseña que Villanueva dijo ante el pleno que además de renunciar "cree que es hora de elegir un responsable de la institución con un perfil más experto en gestión". Esto fue, a nuestro entender, lo que generó la alarma, pues de inmediato emergió la idea de que el empresario tras el diario que divulgó esa información podría ser el próximo presidente. No obstante, días después, a través de La Gaceta de Salamanca trasciende que la renuncia ante la crítica situación económica "no tienen una relación de causa efecto". Agrega que "en cuanto a los posibles sustitutos, el presidente no se mojó y aseguró que los 45 académicos (sin contar con él) son candidatos a su puesto solo por el hecho de pertenecer a la RAE".

Las brisas del otoño hacen correr a la hojarasca. No parece ser posible, "por ahora", que "jubilemos la ortografía", pero lo que no puede negarse es que están produciéndose acontecimientos muy importantes para los asuntos de la lengua española en la que precisamente intervienen cuestiones económicas, políticas y personales. Ergo, es también un menester pendiente el desarrollo y fomento de este tipo de perspectivas desde la investigación científica de los departamentos de las universidades; ¡de eso se encarga al perspectiva glotopolítica! 

No es nada nuevo que los presupuestos se reducen y que la institución tricentenaria ha sido víctima de la globalización, en tanto y cuanto su mina de oro, la venta de la versión impresa del famoso Diccionario (que por cierto ahora se llama "Diccionario de la Lengua Española"; DiLe o DLE pero ya no más DRAE), se fue al garete debido a que ahora es posible consultarlo gratis en línea, como parte de la plataforma Enclave: un proyecto de la misma RAE que según Darío Villanueva "no tiene comparación en ninguna lengua del mundo, porque ofrece en el entorno digital toda la información ortográfica, gramatical y lexicográfica del español, y está pensada para distintos ámbitos, como la Administración o la educación". De hecho, este tipo de proyectos son precisamente las alternativas que ha impulsado la RAE, que ahora se suma la apertura del primer centro de investigación de la RAE en China. No se trata de una nueva sede, a modo de las veintipico academias de la lengua española de los países hispanohablantes, EE.UU. y Filipinas, que conforman la Asociación de Academias de la Lengua Española (que es la organización internacional con personalidad jurídica para impulsar este tipo de proyectos que son, por silencio, o eventualmente por colaboración, refrendadas por el resto de las academias habituadas a la sinergia panhispanista que eclosionó en los años del boom, liderado por García de La Concha, e impulsado por los intereses económicos de las corporaciones españoles). El acuerdo entre la  Universidad de Estudios Internacionales de Shanghái (SISU) y la RAE es algo nuevo. Gestado por uno de los académicos correspondientes extranjeros, miembros de la RAE, como Lu Jingsheng. Solo destaca que en tan solo poco más de tres meses, tal como se deduce de la divulgación de las propias Noticias de la RAE, se logró inaugurar la apertura de esta innovativa manera de seguir trabajando "conjuntamente en las áreas de la educación, la investigación y la cultura. Por ello la RAE y la universidad SISU cooperarán en sus investigaciones y sus publicaciones, y promoverán la investigación y el estudio del español en China. 'Se nos presenta una ocasión de oro que se enmarca en un aire de excepcionalidad y nace precisamente de lo excepcional de la propia realidad del país asiático', ha subrayado Villanueva". Aquello que se repite en España de que "las cosas de palacio van despacio", parece que en este caso chino se adaptaría mejor el refrán aquel de que "por la plata baila el mono". Pero "agüíta", como dicen en Canarias, porque el  Informe sobre empleo y movimiento de profesionales que hablan español en China (中国西班牙语人才就业与流动调查报告) deja ver que a los chinos les interesa la lengua española por Hispanoamérica más que por España. 

Ahora bien, ¿hasta qué punto, si en 1870 se modificaron los Estatutos de la RAE y al año siguiente empezaron a fundarse las academias de la lengua española en las recién nacidas repúblicas hispanoamericanas, ahora, a finales de la segunda década del siglo XXI, la RAE empezará a "asociarse" y a canalizar las solicitudes de instituciones educativas con suficientes fondos para celebrar un convenio como el de la creación del Centro de Investigación SISU-RAE impulsando la cooperación interinstitucional? ¿Y no sería una forma de ingreso de fondos para la ASALE impulsar la fundación de academias en países no totalmente hispanohablantes, como ya hay en Estados Unidos y Filipinas, en países como Portugal, Brasil o donde exista interés, una comunidad hispanohablante e hispanistas dispuestos a contribuir? La Fundación Pro RAE es a favor de la RAE, no de la ASALE. Es fundamental que las academias revolucionen sus dinámicas, no tanto abriéndose a los intereses mercantilistas, sino impulsando una apertura, sin que en consecuencia implique dar continuidad a los aciertos, que son tantos como sus críticas. 

Por otro lado, a la RAE también la corroe lo que el presidente actual ha venido matizando. La tensión se centra, como siempre, entre los partidarios de una concepción más empresarial y los más conservadores. Un posible ejemplo de esta dimensión política es la solicitud que hizo la vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, para "adecuar la constitución a un lenguaje inclusivo", a mediados de este 2018. Ha sido tal el impacto que ha generado esta solicitud que uno de los miembros de la RAE, Pérez-Reverte (no tanto un filólogo, lingüista, sino más bien un periodista, escritor), ha dado su palabra para decir que "dejará la RAE si revisa la Constitución para añadir 'lenguaje inclusivo'". Mientras tanto, haciendo gala de una posición españolista (diría un catalán), el todavía Presidente de la RAE no deja claro qué pasará con esa solicitud, pero declara que "el informe no es de urgencia" porque, desde su posición, no cree que "nadie hoy en España sostenga que la reforma de la Carta Magna es uno de los asuntos urgentes".

Las injerencias de los asuntos económicos, políticos y personales indiscutiblemente inciden en el estatus de la lengua, tanto como las variaciones fonéticas, la diversidad semántica, el uso, su historiografía, etc.  Ojalá pueda este texto también replicarse por las redes sociales. 

Tenerife, 14 de octubre de 2018.