Señales Paralelas (Microrrelato) Ferrocarril/Tren, genero Aventuras.

La vida de Marcos se explica con dos pasiones. La primera siendo niño fue elegir el tren eléctrico como su juguete preferido. La segunda unos años después al ver en el cine de su barrio la película “Las aventuras de Jeremiah Johnson” aquellos paisajes del norte del continente americano le cautivaron.

Se propuso realizar su propia exploración de la tierra, montañas, valles, costas y hacerlo siempre con tramos en ferrocarril. Del más lujoso al más destartalado, de la vía con el trayecto de más desnivel al más suave, de vagones con calefacción a otros de ventanas atascadas por el hielo, de ejes verticales a tracción por cremallera.

Algún viaje concreto le acercaba a sitios especiales, contemplaba el objeto en cuestión con devoción, por ejemplo la estatua de Hachiko en Shibuya, tren bala, Japón.

Se acompañaba de libros relacionados con la aventura concreta o con el entorno, eso le proporcionaba un plus especial, un contenido de aromas y sonidos que plasmaba en sus cuadernos de viaje donde referencias y experiencias se fundían en una sensación sublime. En aquella ocasión uno de Jack London y al cuaderno lo tituló Señales paralelas.

El viaje...

La primera escala fue el aeropuerto JFK y desde allí directo a Central Park a buscar la estatua de Balto con la inscripción "Resistencia - Fidelidad - Inteligencia"

La segunda después de diferentes enlaces fue Nome (Alaska) a donde llegaron los héroes con Balto en cabeza.

Balto y Togo son los más reconocibles de una epopeya sin igual, representan a otros cien perros de trineo que a contra reloj y en la peor tormenta jamás recordada en aquellas tierras recorrieron cerca de 1,000 Km de Nenana a Nome transportando medicinas para curar la plaga de Difteria que se había declarado en esta ciudad en 1925.

Marcos recorrió ese mismo trayecto en sentido contrario para después desplazarse hasta la ciudad de Fraser y coger el tren de White Pass hasta la ciudad de Skagway en la costa.

Con más de 100 años esta vía férrea del Yukón era producto de la fiebre del oro de Klondike. En su trayecto actual un tramo describe una forma de herradura quedando a la vista el antiguo puente de madera que deja una figura libre de V invertida, tras esa magnifica visión y a pesar de notar sus pies fríos el sueño le fue venciendo poco a poco.

                                                                                      Dead Horse Gulch

El libro de Jack London cayo al suelo despertándole, sus pies inertes desde la niñez por culpa del accidente que le afecto la médula acunaban aquel ejemplar ya amarillento de “Colmillo blanco” Dos líneas paralelas realizadas por la silla de ruedas simbolizaban las vías del ferrocarril y mantenían el embrujo de su ilusión. En el regazo su Cuaderno de viaje, de guarda pagina un cheque de anticipo por “Señales paralelas” demostrando que también se viaja con la mente.

                                                                                                    Fin.

Imagenes libres sin derechos de autor reconocidos.

Las aventuras de Jeremias Johnson 

Tren White Pass Yukón 

Balto

Vía ferrea White Pass & Yukon