Segovia dispone de 27 desfibriladores para su uso por personal no sanitario

En la provincia hay más de 1.500 personas formadas para utilizar los reanimadores.

La parada cardiaca provocada por una enfermedad coronaria es la causa de fallecimientos más importante entre la población adulta en el primer mundo. En España se producen unas 30.000 muertes al año, y pueden suceder en cualquier lugar, aunque en la mayoría de los casos ocurren en el domicilio. Sus causas más frecuentes fuera de los hospitales son la fibrilación y la taquicardia ventricular, que pueden tratarse aplicando una descarga eléctrica en el pecho del enfermo. Ahí entrarían en juego los Desfibriladores Externos Semiautomáticos (DESA). El término puede resultar difícil de asimilar y hasta de pronunciar, pero su manejo es tan sencillo que lo podría utilizar un niño de diez años, y además sirve para algo tan grande como salvar vidas.

Son máquinas que pueden reanimar a una persona que haya sufrido un paro cardiaco. En la provincia solo se registran en la actualidad 27 aparatos fuera del ámbito sanitario para conseguir tratar la parada cardiorespiratoria mientras llegan los servicios de emergencias sanitarias. Trece de estos aparatos están instalados es la capital; mientras que en el resto de los municipios destaca la dotación de Valsaín, con cinco; cuatro tienen en Valverde del Majano, dos en San Ildefonso, otros tantos en Coca y uno en Cuéllar, según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León.

En Valsaín y San Ildefonso existen cuatro en total de titularidad pública: en el Ceneam y en el Centro de Montes y Aserradero Oapn, y los otros dos en la Fábrica de Vidrio, respectivamente. En Coca los dos aparatos están ubicados en el Centro de Rehabilitación Gimnasio y en el polideportivo municipal mientras que en Cuéllar el único existente está instalado en el pabellón polideportivo Santa Clara.

Además de todos estos centros de titularidad pública y pública municipal, otros diez aparatos son de titularidad privada. Entre las ubicaciones que se conocen está la Federación Empresarial Segoviana, la empresa Ontex Peninsular y el IES María Moliner. Sin embargo, los números en la provincia siguen siendo bajos. «Hay más concienciación desde hace cinco o seis años,pero el incremento es pobre», explica José Manuel Santiago, director docente de la empresa segoviana Entelia, dedicada al desarrollo de proyectos de cardioprotección global. A juicio de este experto, la intencionalidad procede más del «ámbito privado» que del público, a diferencia de otras provincias, como por ejemplo Ávila, donde la Diputación Provincial dotó hace varios años a 14 municipios de un desfibrilador portátil para instalaciones deportivas. Según Santiago, el coste de estos aparatos no impide adquirirlos ni a particulares ni a empresas, porque ya existen en el mercado desde 750 euros, los más básicos, por lo que «el precio no es una excusa».

Entelia lleva el control del 80% de los equipos instalados en la provincia. Sus estadísticas son contundentes. En las cuatro ocasiones que ha sido necesaria la utilización de los aparatos que ellos controlan, «en el 75% de los casos, la persona afectada se ha recuperado bien de la incidencia».

Los responsables de Entelia reclaman la implantación de más aparatos porque en Segovia «casi no hay unidades y de acceso público muy poquitas», apunta José Manuel Santiago. Eso no significa que en cada tienda o comercio exista una, pero en el caso particular de esta compañía, han intentando que se instalen en grandes superficies comerciales por el gran número de personas que acuden, pero «no han querido».

Actuación rápida

El 80% de los problemas cardiorespiratorios tienen lugar en la calle, en lugares públicos. Las posibilidades de sobrevivir a un ataque cardíaco en la calle sin una atención rápida es de en torno al 5%. En cambio, la aplicación de la reanimación y desfibrilación en los primeros tres a cinco minutos puede alcanzar tasas de supervivencia del 49 al 75%, según diferentes estudios.

Cada minuto de retraso en la desfibrilación reduce la probabilidad de supervivencia en un 7 y 10%. Esta situación es responsable del 85% de las muertes en personas con ataques cardíacos. El desfibrilador semiautomático externo es un dispositivo que, aplicado sobre el tórax, analiza el ritmo cardíaco e identifica si es susceptible de recibir la desfibrilación, en cuyo caso indica el procedimiento a seguir.

El uso de los desfibriladores es sencillo, «pero es más importante conocer el uso de las técnicas de reanimación que en países como Reino Unido se imparten desde las escuelas», comenta Santiago.

En Segovia, solo pueden utilizar este tipo de aparatos aquellas personas que están específicamente formadas en el manejo de un desfibrilador, según la legislación de Castilla y León. Además, no sirve cualquier curso, sino aquellos que son impartidos por empresas acreditadas y registradas por la Consejería de Sanidad. En Segovia hay ahora mismo 1.528 personas formadas en la materia desde que se regulara en 2008 el uso de estos desfibriladores. La empresa Entelia realiza estos cursos de formación que duran un día, muy valorados por las personas que lo realizan porque «no solo valen para el uso de un desfibrilador sino para técnicas de uso cotidiano, como por ejemplo, de atragantamiento», detalla el director docente de la entidad.

Reciclaje

Quienes superan la formación reciben una certificación que tiene una validez de dos años, siendo «imprescindible superar el curso de reciclaje antes de que trascurran los dos años de su expedición para su renovación. En el caso de no superar el curso de reciclaje será necesario superar nuevamente el curso inicial de formación para obtener la certificación», tal y como especifica el Gobierno regional.

En breve, el Colegio de Médicos de Segovia impartirá cursos de reanimación cardiopulmonar a monitores polideportivos y profesores de Educación Física cuyo objetivo es enseñar a mantener con constantes vitales a una persona que ha entrado en parada cardiorespiratoria y enseñar el manejo del desfibrilador.

La iniciativa será posible gracias a un convenio firmado recientemente con la Diputación Provincial, por el que aportará 2.000 euros a esta iniciativa. Según el presidente del Colegio de Médicos de Segovia, Enrique Guilabert es «fundamental» esta formación para saber reaccionar a tiempo.

En España existen determinadas comunidades autónomas como Andalucía y Cataluña que permiten el uso de estos aparatos a cualquier ciudadano, aunque no tenga formación específica para realizarlo, siguiendo las instrucciones que el mismo desfibrilador facilita. Su uso es sencillo porque la mayoría de los aparatos tienen una locución que indica un determinado número de pasos, incluido el detectar si ha sufrido o no un infarto.

http://www.elnortedecastilla.es/segovia/201606/28/segovia-dispone-desfibriladores-para-20160626133951.html