Santa María de Lebeña (Cantabria)... ¿Decorada con esvásticas?

Sí amigos, esta pequeña y preciosa iglesia mozárabe fundada en el 925 tiene, entre otras decoraciones, cruces esvásticas, pero no temáis. No se trata del tiempo de los nazis. En Cantabria es habitual encontrar estelas célticas que están adornadas con esvásticas, aspas, hélices, guerreros.

 Se encuentra en Cillórigo, valle de Liébana. Fue declarada Monumento Nacional en 1893. Para llegar allí, en la población de Unquera tomad la carretera N-601 que va en dirección a Potes. El camino que os encontraréis al atravesar el desfiladero "quita el hipo". Llegando a la altura de esta pequeña iglesia, veréis que "se asoma" ligeramente a la izquierda del camino en dirección a Potes. Encontraréis una carretera a la izquierda que deja el templo al lado también izquierdo. Al fondo veréis el pueblo. 

Santa María de Lebeña fue fundada por el conde Alfonso y su mujer, Justa, condes de Liébana. Hay una curiosa historia sobre dos árboles que había a su entrada, un olivo y un tejo. Digo había porque el tejo se secó. Tenía más de mil años. El olivo, de gran altura, también es centenario. Cuenta la leyenda que la mujer del conde era andaluza y añoraba su tierra. Para mitigar un poco esa morriña hizo plantar el olivo. Una historia similar, pero relacionada con el color de la vivienda y también con una andaluza, la oí en Albarracín (Teruel).

Parece ser que la realidad es más prosaica. El tejo se solía plantar junto a los templos cuando se consagraban. Con su madera se hacían arcos y astiles de las flechas. Para los cántabros era un árbol sagrado. Sus hojas son venenosas y eran usadas para suicidarse y no rendirse. En cuanto al olivo, nada habitual en estas latitudes, se plantaban por la necesidad de tener un suministro regular de aceite para fabricar los santos óleos y tener ramas de olivo para celebrar el Domingo de Ramos. Siglos atrás, solía existir un bosquecillo de olivos para este fin. 

En su interior, de gran belleza, podréis ver la talla de la Virgen de la Buena Lecha, del siglo XV, aunque es una copia porque la original fue robada en 1993 y aunque se recuperó en 2001 en Alicante, no volvió a su iglesia original. 

Al parecer, se construyó para contener los restos de Santo Toribio. En su interior podréis ver construcción de tradición visigoda (planta y alzado), asturiana (los ábsides) y mozárabe (pilares, arcos, alfiz). Podréis también ver y disfrutar de arcos de herradura, típicos de los árabes y que, a  su vez fueron copiados de los visigodos.

El campanario que se encuentra casi pegado a la iglesia es una construcción del siglo XX.

La ubicación como ya os he comentado es espectacular y en las cercanías tenéis pueblos preciosos y el monasterio de Santo Toribio de Liébana.

Ya sabéis amig@s, animaros a visitar esta joya y... carretera y manta