Samsung Galaxy S8, el smartphone que se puede usar como un PC
Será el 28 de abril. Ese es el día elegido por Samsung para el lanzamiento mundial de su nuevo buque insignia, el Galaxy S8. Pocas veces en la historia reciente de la telefonía móvil se habían producido tantas (y tan acertadas) filtraciones antes de la aparición de un producto estrella. ¿Casualidad? Es posible...
Ficha técnica
Pantalla5.8 pulgadasResolución2.960 x 1.440 pixeles (570 ppp)Dimensiones148.9 x 68.1 x 8.0 mmPeso155 gramosCámara12 MP y frontal de 8 MPChipExynos a 2.3 GHz.RAM4 GBMemoria64 GB (ampliable)Batería3.000 mAhSOAndroid 7.0 Nougat
Sea como fuere, el nuevo caballo de batalla de la firma coreana ya está aquí. Con todo su poderío, que no es poco, y sus novedades, que también abundan. El Galaxy S8 llega, además, acompañado de un modelo S8 Plus, de prestaciones similares pero con una pantalla más grande. Hablamos de una diagonal de 5.8 pulgadas para el Galaxy el S8 y de 6.2 pulgadas para el S8 Plus. Pantallas, en ambos casos, Super Amoled Quad HD, que en el caso del S8 nos ofrecen una resolución de 2.960 x 1.440 píxeles, con una densidad de 570 ppp. No se esperaba menos de un teléfono cuidado hasta el máximo y con la delicada misión, entre otras, de conseguir que se olvide el «pinchazo» del Note 7 y sus baterías explosivas.
Lo primero que llama la atención en el nuevo Galaxy S8 es su frontal «todo pantalla». Samsung la ha bautizado como «Infinity Display» y, como en el anterior S7 Edge, tiene los bordes curvos. No habrá una versión «plana» del S8, ni tampoco del S8 Plus. Los marcos, tanto laterales como superior e inferior, prácticamente han desaparecido, de modo que el terminal es mucho más pequeño y manejable que cualquier otro con una pantalla tan grande, una solución que también hemos visto recientemente en el nuevo teléfono de LG, el G6. Las dimensiones del S8 son de 148.9 x 68.1 x 8.0 milímetros y su peso de apenas 155 gramos. La pantalla ocupa en el Galaxy S8 el 83.3% del frontal del teléfono y el 83.9% en el S8 Plus. Todo un récord.
Para no renunciar ni a un ápice de esa espectacular pantalla, Samsung ha tomado esta vez dos decisiones importantes que afectan al diseño de su nuevo terminal. La primera, eliminar el botón físico frontal. O, más correctamente, hacerlo invisible. De hecho, y aunque no se vea, bastará con presionar la pantalla justo en el sitio en el que debería de estar el botón físico para activarlo. Una pequeña vibración nos indicará que efectivamente, lo hemos tocado. Una solución ingeniosa y que permite al usuario una visión inmersiva y sin distracciones. La segunda decisión ha sido llevarse el sensor de huellas a la parte trasera del teléfono, algo que LG lleva haciendo desde hace varias generaciones con sus terminales. Sin embargo, y a diferencia de sus competidores, el sensor no está en la zona central de la trasera, sino en la parte superior izquierda. ¿Más cómodo? Habrá que comprobarlo.
Leer el artículo completo en
"Artículos de José Manuel Nieves
Ver blogEs un viejo sueño que parece alejarse cada vez más. La gran unificación, esa "teoría del todo" capa ...
Se llama TOI-849b, está a 225 años luz de distancia y se trata del mayor planeta rocoso encontrado ...
Desde hace ya semanas, se habla continuamente de la necesidad de hacer test masivos a la población ...
Comentarios