QUE TUS MIEDOS NO TE QUITEN TUS SUEÑOS

"Que tus miedos no te quiten tu sueño"
(frase sugerida por Rocío González)

He tratado este tema anteriormente. Pero es tan común en todos nosotros que siempre podemos darle una vuelta tuerca más.
Somos soñadores por el mero hecho de ser humanos. Es algo que nos caracteriza como especie. Y gracias a esos sueños estamos donde estamos en la cadena evolutiva. Sueños convertidos en creaciones y a pesar de haberlo visto una y otra vez, seguimos sin creer que un sueño pueda convertirse en una preciosa realidad.

Porque hemos aprendido a limitarnos. Y lo más gracioso es que surgen tales limitaciones de nosotros mismos. De locos, vamos....
Cuando te repites una y otra vez que ese sueño no es para ti, te lo crees. Y si lo crees, no hay nada que hacer. Pero, ¿por qué nos auto limitamos?.

Aparece entonces un invitado que nos lleva acompañando desde la infancia, pasando de padres a hijos, y socialmente aceptado aunque renegemos de él continuamente: el miedo. ¿De verdad crees que naces con miedo?. Observa un bebé. Todo es nuevo y maravilloso.

 Para el, subirse en una mesa es una aventura. No sabe aún cuales son las consecuencias que puede traer caer al suelo desde cierta altura. Puede que lo compruebe por si mismo y se meta una torta de aúpa (son de goma, no lo olvidéis), o sino, lo más común es que sus mayores se lo hagan saber una y otra vez. Se lo repitan hasta crear en el niño el miedo a caerse. No lo ha experimentado pero le han dicho que le dolerá.

Y estos miedos del entorno de cada uno, van transmitiéndose uno tras otro hasta formar parte de quién eres. Algunos son casi universales. Pero otros son determinados a las experiencias particulares de quien te rodea. Y ya está, ahí tienes tu ración de miedo que se convertirá en compañero de viaje mientras vivas. A no ser....

¿Cómo combatir un miedo?. Solo se un modo: experimentando. Aquí, el que os habla, estaba plagadito de miedos de todo tipo. Y los asumía como verdades irrefutables. 36 años más tarde ( gracias a una buena torta universal), opté por, uno a uno, afrontar las circunstancias de cada miedo. Y sin darme cuenta, comenzaron a disiparse. Diferencié entre aquellos que me fueron impuestos y aquellos creados por mi mismo. Y como una buena hormiguita, los fui desenmascarando.

Llegué a la conclusión que habían limitado quién era y hacia donde podía llegar en mi vida. Y una vez haces esto, soñar es diferente. Alimentas cada sueño con la posibilidad de atraerlo a tu vida antes o después y generas una confianza en ti mismo y tu vida francamente ilimitada.

Reflexiona acerca de tus miedos más profundos y ponlos en perspectiva. Descubre su origen real y una vez hecho esto, sea el miedo que sea, enfréntate a el. Hazlo. Confía en ti y en que antes que tu, alguien lo superó también. Y no era especial ni un superhéroe. Era como tu, y también se cansó de bailar a su son.

Vive libre de ataduras para que tus miedos, no te quiten tu sueño. 


(Post desarrollado gracias a una idea de Rocío González).