¿QUÉ TIPO DE JEFE TIENES?

Jefes haberlos hailos y muchos pero no todos son iguales, cada uno son de su padre y de su madre. Algunos se creen estar por encima del Bien y del Mal, otros se creen que descienden de la pata del Cid. Así que en este artículo se viene a exponer una pequeña muestra de la gran variedad de jefes que hay, con quienes pasamos más tiempo que con la familia. Los cuales tienen una influencia casi absoluta sobre nosotros, pues son a quienes debemos rendir cuentas y quienes condicionan, en cierta medida, el balance de la jornada, nos guste o no, pero ahí están a pié de cañón. A algunos hasta se les olvida que son personas, y dan la impresión de ser personajes. Así que aquí se expone una pequeña lista de algunos de esos tipos de personajes y del papel que toman como jefes.

El adicto al trabajo

Este tipo de jefe si ostenta responsabilidad, resulta ser muy incómodo. No entienden el concepto de tiempo libre y eso de "vida personal". Envían emails o llaman a deshora a las casas de las personas, que tienen a su cargo. Ya que dichas casas son para ellos una prolongación de la empresa, como si fueran un despacho más. Para intentar paliar el alguna medida esto, lo mejor es tratar de aumentar el rendimiento cuando se está en el trabajo, aunque llevarlo a cabo, no es tarea fácil y mucho menos con este tipo de jefe, que estando en el trabajo no para de llamarte , mientras que el trabajo, al no hacerse por esta razón, se va acumulando, cada vez más.

El inmovilista

Su lema es la frase "Esto se ha hecho así siempre y siempre se hará, así que no se va a cambiar” Ante este tipo de jefe hay tener altas dosis de paciencia y mucha mano izquierda. Con un poco de ingenio se podrá empezar a introducir cambios leves en el sistema de trabajo y demostrar su eficacia. Como pueda ser un momento en que se vea que por hacerlo siempre así en esa ocasión ha metido la pata hasta el fondo y más allá.

El ambicioso

Lo único que le importa es crecer dentro de la empresa, para conseguir gratificaciones y reconocimiento externo. lo que se llama un “Trepa” y un “Pelota” de los superiores, aparte de ser un perfecto “Judas” para sus compañerosa, ya que desde abajo hace lo posible, lo imposible y lo indecible para llegar hasta arriba. Lo mejor para combatirlo es conseguir encajar en su dinámica y aprovechar la “motivación” que emana para ampliar horizontes pero cuidado porque si no lo consigues puede venderte, machacarte y hundirte en su lucha contra los demás por "llegar a su pretendida cima".

El visceral

Son impredecibles y poco reflexivos, ya que se dejan llevar por la situación y los nervios en cuanto las cosas se ponen un poco “complejas” o tensas. La paciencia brilla en ellos por su ausencia, pierden el control y los papeles con bastante facilidad, echándole la culpa de sus torpezas a quienes tiene a su cargo. Es el típico jefe que sabe hacer de todo, pero todo lo hace mal. No son empáticos ni consigo mismos. Si durante una de sus arengas alzan la voz más de lo debido, lo mejor será obviar su actitud y quedarse con el mensaje que quieren transmitir, si es que lo tienen, porque a veces son mensajes vacuos, carentes de sentido y fuera de toda lógica.

El quisquilloso

Su “virtud” es que les da por creer que todo lo que les rodea se puede hacer mejor. Están pendientes de todo y de todos. Cualquier detalle que bajo su criterio no sea perfecto y eso suele darse con frecuencia obligará a que se haga como el dice, sin dar explicación, ni razonamiento alguno. Hasta el mayordomo de la tele sería capaza de ponerlo en un aprieto. Así que no merece la pena enzarzarse constantemente en discusiones estériles y que no llegan a buen puerto. Así que no queda otra que armarse de valor, fuerza y paciencia para cuando el tema sea suficientemente importante y lo precise.

El inexperto

Son aquellos que han tomado posesión del puesto recientemente, que saben menos que quienes tiene a su cargo y a la primera en que abren la boca se les nota. Se sienten un poco como un besugo fuera del agua y necesitarán a alguien de confianza que les ayude a tomar tierra y que les oriente un poco de que va “esto” y al que tomarán como su delfín y quien sabe si posible sucesor. Eso no solo favorecerá el ambiente de trabajo, también puede convertirse en una oportunidad para ti en el futuro, si has sido tu el "elegido".

El "original"

Se le ha puesto entre comillas porque en realidad se refiere a aquellos jefes excéntricos que viven aportando ideas extrañas, absurdas, muchas veces poco prácticas, que crean el caos en la plantilla. Los constantes cambios en el sistema de trabajo provocan malos entendidos y confusión en los empleados. Llevando al negocio primero a pique y luego al fondo más profundo de la ruina.

El "amigo"

Quiere que se le vea como un igual, como si fuera un miembro más, de tu familia ¡Ojo, ojo, y reojo! con esto, que te puede ir la salud y la vida en ello. Se le debe marcar muy bien los límites y el terreno propio, aunque lo estén invadiendo continuamente, esto ni lo ven y si lo ven les da igual, para ello son los jefes y “amigos” de su trabajadores. Este tipo de jefe fomenta la camaradería entre los trabajadores y les cuenta entre sus contactos de redes sociales; los hay incluso que se van de marcha con sus empleados. Si el cuento te suena, lo mejor es que aproveches el buen ambiente que te proponen pero sin perder el norte, ni dejándote invadir tu terreno, ya que al fin y al cabo es tu jefe y debes mostrarte siempre como un buen profesional, sin exceder la confianza, porque intenta tú, no ya invadir sino pasar a su terreno y te verás en la calle.

El incompetente

Es el típico jefe que nadie sabe cómo ni por qué ha llegado a esa posición pero sorprendentemente ahí está y cuando se sabe, lo mejor es morderse la lengua siempre que se ponga a hacer alarde de sus pocas luces, con sus sandeces y estupideces y confiar en que antes o después alguien valorará el trabajo bien hecho y te darán una oportunidad de ascenso.

El jefe ideal

Dicen que nadie es perfecto y estamos seguros de que es verdad pero los hay que se acercan bastante. Si tienes la suerte de encontrarte a un responsable así en tu empresa, aprovecha para aprender y seguir creciendo como profesional.

Y así y a raíz de todo esto hay quienes se olvidan de esa máxima que me dijo una de las mejores jefas con un buen cargo y que he tenido la suerte de que la Vida la hiciera aparecer en mi vida laboral, cuando trabajé en Microsoft de que "Independientemente del cargo que ocupemos o seamos, antes somos personas y como tales nos debemos respeto"

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Fuentes. EAE Business School. - Finanzas personales. - Universia España.