Que es la Homeopatía? 2ª parte

¿Y cuál es la relación con la Homeopatía este proverbio chino antes mencionado? Sabemos que esto significa que pequeños estímulos pueden desencadenar grandes repercusiones.

Un maravilloso ejemplo de esto es el efecto de un medicamento homeopático. La preparación del mismo se efectúa diluyendo y agitando vigorosamente una sustancia tomada de la naturaleza. Cuando la dilución es pequeña nos servirá para tratar dolencias físicas como la tos, un dolor, una inflamación, el vómito, etc. Si la dilución es mayor (1 gota en cinco millones de litros de agua) el efecto es aún más profundo sobre la persona, es decir actuará en el ámbito mental y emocional. Por ejemplo la Baryta Cabónica que es muy buena para las infecciones de garganta, más diluida mejora la memoria, especialmente en los ancianos que ya están olvidando hasta el nombre de sus hijos. La Silícea que actúa en el estreñimiento, si subimos la dilución con la agitación correspondiente, actúa en la fatiga intensa, la confusión mental y al surmenage. La Belladona que es excelente para los procesos inflamatorios agudos, si se aumenta la dilución y agitación actúa para la cólera con rabia y furia.

Cómo es posible, entonces, se preguntará Ud. que una sustancia más diluida tenga más efecto. "Una pintura que se le echa agua pintará menos", decía un colega. Visto desde el punto de vista de la química, es decir de la ciencia lineal eso es cierto. Pero sabemos que en la ciencia no lineal se pueden explicar estos fenómenos a través de otros mecanismos, como lo son los de la física cuántica. Así cada vez que el medicamento se diluye y se agita, la energía suministrada a esas moléculas hacen que se dispare información y energía que producen un efecto más profundo.

La revista Science News publicó un estudio en el cual químicos, que no sabían nada sobre Homeopatía y que laboraban para el National Bureau of Standard de los Estados Unidos, cuando agitaban las moléculas dobles del óxido nítrico, en lugar de fragmentarse se convertían en enlaces moleculares más fuertes.

En otro sitio y tiempo Stanley Ries y su equipo de la Universidad del Estado de Michigan utilizaron un fertilizante derivado del petróleo que es un alcohol proveniente de la alfalfa. Lo diluyeron a un equivalente a diluir una onza en 3.5 millones de litros de agua. El resultado fue el siguiente: las cosechas de tomate y de remolacha dieron un 30 y un 25 por ciento más, respectivamente, que los no tratados, las zanahorias aumentaron su tamaño en un 21 por ciento y los espárragos pesaron 35 a 60 por ciento más.

Por los ejemplos anteriores sí podemos decir que una pintura diluida pinta más y mejor porque mecanismos que pertenecen a las leyes del caos de la física hacen que a pequeños estímulos se produzcan grandes efectos.

                                                                                                                Oscar Gomez Amento