Panga… ¿comer o no comer?

Cuando vamos de compra y pensamos en comprar algo de pescado, pensamos en la panga (pangasius hypophthalmus). Es barato, no tiene huesos y ni siquiera el sabor y olor de pescado. No es de extrañar entonces que los arenques, carpas, anchoas, caballas y otras especies de peces muchos más saludables esperan su turno, sobre todo si tenemos en cuenta el precio del "sabroso" Pangasius. Y, sin embargo, si conocieras de dónde viene este pez, ¿te atreverías a comerlo, incluso si es tan barato? Un corto documental sobre esta especie de peces híbridos muestra que provienen de las aguas de Vietnam, exactamente del río Mekong, al parecer el más contaminado, debido a las muchas fábricas en sus proximidades, cuyas aguas residuales llegan con bastante frecuencia en el río.

“En mis granjas hay cien millones de pangas. Hay más peces en mis estanques que habitantes en todo Vietnam”, afirma orgulloso un productor vietnamita que suministra a Europa el 95% de las pangas que consumimos.

El pangasius un pez de agua dulce, es omnívoro y vive en ríos y lagos asiáticos (Camboya, China, Malasia o Tailandia). Este, el que compramos y comemos, mide aproximadamente un metro de largo y su forma recuerda mucho al tiburón pero otras variedades dentro de la familia pueden llegar a medir hasta 5 metros y pesar más de 250 kilos.

De hecho, el Pangasius no vive naturalmente en estas aguas, sino que fue creado específicamente para sobrevivir y hacer el trabajo "sucio". En concreto, el Pangasius es un “invento” de los investigadores chinos, un cruce entre varias especies de peces, que tiene una tolerancia extremadamente alta a las toxinas presentes en el agua residual y que, por otra parte se alimentan con estas toxinas, dejando el agua limpia de todos los males.

Por lo tanto, los peces no hacen otra cosa que alimentarse con toxinas, bacterias y microorganismos, y los restos de peces muertos. No por nada le llaman el pez “sanitario”.

Por otra parte, hay rumores de que debido a la creciente demanda de Pangasius, los productores decidieron inyectar hormonas, derivadas de la orina deshidratada, para que los peces crezcan más rápido y tengan la carne más esponjosa.

La OCU analizó 23 muestras de panga (17 congeladas y seis frescas) y otras seis de perca del Nilo.

“En concreto, en cuatro de las muestras de panga se encontró la trifluralina, un herbicida prohibido en Europa mientras que en los filetes de perca no se encontraron plaguicidas. También detectaron mercurio en nueve de las 29 muestras de panga y perca analizadas. Las cantidades de mercurio no superan el límite legal de 0,5 mg/Kg pero, en algunos casos, sí alcanzaron la mitad de esa cifra”. 

A juicio de la OCU, se debería ‘reconsiderar’ la lista de los pescados que se suelen considerar como fuente de mercurio, como el atún o el emperador, tras estos resultados. 

“Teniendo en cuenta que estos pescados se sirven en comedores escolares y los niños pueden llegar a comerlos varias veces por semana, al final la ingesta de mercurio puede llegar a ser significativa”, subraya la OCU. 

Las autoridades sanitarias no confirman pero tampoco niegan las acusaciones que hay en torno al consumo de panga así que, depende de nosotros - los consumidores, para decidir lo que es verdad o no.

Fuente: Descopera.ro