MEJORANDO QUE ES GERUNDIO

"Siempre hay algo más que puedes hacer para mejorar, sobre todo si empiezas por ti"
 

Todo es mejorable. Es sinónimo de superación personal pensar así, aunque como todo, en sus dosis correctas. Te marcas una meta a cualquier nivel y una vez conseguida, pasas al siguiente objetivo. Hasta ahí todo perfecto. Pero en ocasiones, no ajustamos bien dichas metas, o bien por ser demasiado elevadas, o bien por no ser las necesarias para tu momento presente. Y puede llevarnos a un concepto que nos bloquea y del cual cuesta salir: la impotencia.

Sentir que no puedes puede ser uno de los bloqueos más difíciles de superar. Porque parte de un sentimiento que termina por convertirse en creencia. Y cuando una creencia aparece....
¿Cómo evitar el sentimiento de impotencia? ¿O que hacer cuando se instala en nosotros?.

La clave está en ver la situación de un modo externo, sin juicios, sin críticas. Es lo que es. Cuando tu propia exigencia te frena, piensa por qué. Hay un motivo, pero eres incapaz o te niegas a verlo. En ocasiones, aceleramos el rumbo de las cosas para llegar cuanto antes a nuestro objetivo. Y eso.... No funciona. Todo tiene un ritmo. Su ritmo. Y forzar situaciones desemboca en tortazo contra la pared.

Puede que seas cabezón e insistas en derrumbar esa robusta pared cabezazo pa arriba y cabezazo pa abajo. ¿Resultado?. Que la pared se echa unas risas y tú una ración de nolotiles entre pecho y espalda.

Párate y analiza. ¿Qué estoy haciendo mal?. ¿Es la única manera posible de lograrlo?. ¿Debo hacerlo sólo, o necesito ayuda?. ¿A que huelen las flores? ( Esta última frase es para desdramatizar, que te vendrá bien).

Se sincero tanto en tus preguntas como en tus respuestas. Y poco a poco, el sentimiento de impotencia se irá desvaneciendo. Te darás cuenta que hay más de una manera de hacer las cosas para cada problema. Y que parar, te ha venido de maravilla. Descubres nuevas perspectivas que te ayudarán a conseguir tu ansiado objetivo.

Y así, a lo tonto a lo bobo, mejoras. Mejora tu visión de tu mundo, de ti mismo. La manera de afrontar situaciones difíciles también mejora. Es puro entrenamiento. Paciente, sensato y con tu objetivo siempre claro en la mente. En esto te convertirás.

Irás superando los propios límites que vayas poniendo en tu camino pero al ritmo que debes superarlos. La impotencia irá dejando paso al... "todavía no". Convierte al tiempo en un aliado, no en tu enemigo. Porque cada cosa tiene tu momento y no debes dudar de conseguir ese deseado objetivo aunque cueste en tu presente inmediato, aunque no tengas ni puñetera idea de como alcanzarlo, porque será ese mismo tiempo el que te mostrará la manera correcta.

Mejora. Empieza por ti. Pero no te aturulles. Márcate un ritmo y síguelo. Y un día te despertarás diciendo..." Coño, pues si, he mejorado. "