Las exportaciones de las marcas españolas crecen un 43% desde 2008

Un estudio revela que las marcas de fabricantes afianzaron su negocio en el exterior durante la crisis.

La crisis y el auge de las marcas blancas han obligado a los productores de marcas españolas a renovar su oferta y apostar por un crecimiento sostenido sobre todo en el exterior. Gracias a la mejora de las ventas en otros mercados, los productos nacionales han podido sortear los años más duros de la crisis, pasando de una facturación de 19.874 millones de euros en 2008, a los 28.505 millones en 2014, un 43% más. Según el estudio sobre productos de gran consumo elaborado por ESADE Brand Institute y la Universidad Ramon Llull, la apuesta por la innovación de los fabricantes de los productos españoles más famosos ha sido central en lograr este objetivo.

Los años de crisis mermaron los beneficios de los productores españoles, a la vez que las ventas de las marcas blancas crecían. Frente a la tormenta perfecta, las marcas españolas de alimentación, bebidas y droguería y artículos para la infancia respondieron con un esfuerzo en innovación, logrando mejorar su aportación al  PIB nacional, del 6,7% de 2008 al 7,4% en 2014, según el estudio. El informe elaborado por ESADE enfatiza los resultados exitosos de las enseñas españoles más populares en los mercados extranjeros como factor determinante para el mantenimiento de márgenes de ganancia para el sector.

"Si la industria ha mantenido su competitividad es debido principalmente a las exportaciones de las marcas de fabricantes", reza el informe, que calcula que las ventas al exterior suponen un 2,5% del PIB (0,4% más que en 2011). Por áreas, la gran parte de los productos vendidos en mercados foráneos pertenece al grupo de los alimentos y bebidas –sobre todo vinos, cárnicos y aceite, según el último informe económico de FIAB  – que copan el 80% del total.

A pesar de esto, el sector nacional de gran consumo sufrió una pérdida de 1.803 millones entre 2008 y 2014. Además de una caída en el empleo cuantificable en 53.600 puestos de trabajos netos en el mismo periodo. Otra consecuencia de la destrucción del valor del sector fue la reducción en impuestos al Estado, que el informe de ESADE cuantifica en 967 millones desde 2011.

Según el presidente de Proma, Ignacio Larracoechea, el lobby de defensa de las marcas de fabricantes, de no ser por las exportaciones, la destrucción de empleo hubiera sido muy superior. "Las exportaciones crecen porque nuestros productos pueden competir en el exterior, y esto se debe al esfuerzo que han realizado en innovación", señaló.

Marcas blancas

Parte de la destrucción del empleo y del negocio del sector del gran consumo en España se debió al incremento de ventas de productos de marcas blancas, insistió Larracoechea. "Las marcas son responsables de que los españoles disfrutemos de un grado de bienestar bastante elevado", afirmó el presidente de Promarca, explicando que estas empresas contribuyen con el 5,7% del total tributado, cinco veces más que las marcas de distribución.

Sin embargo, las marcas blancas también registraron índices positivos en cuanto a exportaciones. En el ranking de los 50 productos más exportados, diez pertenecen a marcas de las principales cadenas de supermercados del país, y en el conjunto las marcas blancas se han vendido fuera de España un 41% más entre 2008 y 2014, pasando de recaudar 1.429 millones en 2008 a más de 2.000 millones en 2014.

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