La población "Faro" del vino español..., Haro (La Rioja)

Jugando con el titular y con el nombre de esta población, originalmente junto a la desembocadura del río Tirón , existía un antiguo faro que alumbraba la desembocadura con el río Ebro. De la palabra Faro, derivó, "desembocó" el nombre actual, Haro.

La población que os traigo hoy, está muy vinculada con el vino. Haro, en La Rioja, es una rica villa que se vio beneficiada por la plaga que se extendió por Francia en  sus viñas, en concreto por la filoxera,  a partir de 1863. Se trata de un insecto cuyo origen está en Estados Unidos y que devastó grandes zonas de Europa. "Tiene gracia que la desgracia tuviera origen allí y, su solución,también".

Los bodegueros franceses, ante tal desastre, decidieron instalar en La Rioja almacenes desde los que exportar vino a Burdeos. Esta decisión francesa supuso un gran espaldarazo económico para la zona. Además, como la plaga había arruinado todos los viñedos franceses, decidieron elaborar vinos en tierras riojanas con sus técnicas, de las que aprendieron los productores locales.

 Otro impulso añadido, económicamente hablando, lo dieron empresarios vizcaínos que compraban la uva a los productores de la zona y elaboraban el vino en las bodegas que se encontraban en lo que, en aquel entonces, eran los primeros pasos del ferrocarril, con su flamante nueva estación, y que ahora se llama, El Barrio de la Estación de Haro. Cuando se inauguró la línea Bilbao-Haro, se abarató el envío de vino al extranjero desde el puerto de Bilbao. Para que os hagáis una idea, Francia consumía 500.000 hectólitros mensuales y que no podía cubrirse debido a la plaga. Esta desgracia "vecina" hizo que a lo largo de la década de 1880 la superficie de viñedo aumentara de 34.000 a 52.000 hectáreas y, a final de siglo a 55.000.

Pero, tantas alegrías juntas no podían durar y, en 1899 se detectó filoxera en La Rioja, más concretamente en Sajazarra. Gracias a la experiencia francesa en la batalla contra esta plaga, a partir de 1918 pudieron recuperarse los viñedos, injertando las variedades autóctonas sobre los pies de origen americano a los que no les afectaba la plaga. 

La impronta del vino es tan profunda, que hay una festividad muy conocida y que se llama "La batalla del vino". Se celebra el 29 de junio y a ella hay que ir provisto con "el arma imprescindible" como veis en la escultura, con una bota de vino, o cualquier otro envase capaz de arrojar al vecino el rojo elemento. Los participantes van "de punta en blanco" con sus atuendos y, ese blanco se va tiñendo a medida que la batalla va avanzando.

Por otro lado, Haro se jacta de haber sido "la primera población de España en tener luz eléctrica", aunque esto es algo que no ha aportado luz suficiente, con claridad. Existen varias poblaciones que reclaman el mismo honor.

No os perdáis la gran cantidad de palacios que contiene. Palacio Paternina, Palacio de Bendaña, Palacio de los Condestables, Palacio de los Condes de Haro, etc. Tenéis un gran número que podéis ir descubriendo al azar por sus calles. 

Ya sabéis amigos, desperezaros y visitad esta bonita población. Lo dicho, carretera y manta.

""""