Estas son las 'criptos' menos contaminantes que el bitcoin

Desde el nacimiento de Blockchain y sobre todo de Bitcoin, se ha debatido mucho sobre el futuro y la utilidad real de las criptomonedas. Especulaciones aparte, el mundo que conocemos ha cambiado con la irrupción del “dinero virtual”. Vimos las primeras consecuencias en el encarecimiento de las tarjetas gráficas, utilizadas para minar por ofrecer un mejor rendimiento que los microprocesadores. Después surgieron las “granjas”, pabellones enormes con miles de equipos dedicados exclusivamente a minar criptomonedas. Estas granjas iban de la mano de un aumento radical en el consumo eléctrico que llevó a diferentes países a tomar medidas contra las criptomonedas. Además, contribuyeron a desincentivar el uso de equipos domésticos para estos fines debido al aumento de la complejidad en la tarea del minado y a la cada vez más escasa recompensa obtenida al tener que competir con estas granjas.

El último daño colateral de las criptomonedas han sido los discos SSD, utilizados por la moneda china CHIA para minar al necesitar menos poder de computación a cambio de una escritura en memoria constante. Con la promesa de una moneda más ecológica, lo que ha demostrado hasta el momento es que es capaz de destruir un disco en poco más de un mes. 

Por todo ello, han surgido diferentes iniciativas que buscaban compensar el coste energético para mantener la rentabilidad del minado. Uno de los más sonados a nivel nacional fue Cryptosolartech, un proyecto que pretendía instalar en Málaga la mayor granja de minado del sur de Europa y que finalmente se esfumó junto a su creador y al dinero invertido por pequeños inversores.

Sin embargo, parece que haya tenido que llegar Elon Musk con sus siempre polémicas declaraciones para poner al consumo energético de las criptomonedas en el punto de mira. Su decisión de no aceptar más pagos con Bitcoin en Tesla ha hecho caer el valor de Bitcoin un 20% en apenas una semana y, aunque la corrección se esperaba que llegara más pronto que tarde arrastrando con ello al resto de altcoins, lo que nadie esperaba es que el principal motivo fuera la huella de carbono que deja la minería de criptos.

El ranking de consumo eléctrico lo encabeza Bitcoin, que en un año utilizaría para minar la misma energía que Suiza. A ésta la seguiría Ehereum, que podría equipararse al consumo energético de Hong Kong. El podio lo completa Dogecoin, la moneda que ha encumbrado el propio Elon Musk haciéndola subir un 11.000% sólo en 2021, y que puede presumir usar la misma electricidad anual que Zimbaue.

Entre las monedas más populares, las más eficientes son Monero, Dash o Zcash, con un consumo inferior a 1 TWh, tanto como Benin. Pese a ello, parece que hay una relación lógica entre la popularidad de una criptomoneda y su consumo energético.

En un momento en el que se empieza a vislumbrar una aceptación general tanto por parte de la población como de las instituciones y gobiernos, está claro que el debate ya no pasa por ver qué criptomoneda se impondrá al resto por proyecto, seguridad o utilidad, sino que cada vez más se está centrando en la sostenibilidad y eficiencia ya que, ¿de qué sirve tener una moneda fuerte si comprar una barra de pan va a conllevar más comisiones por transacción que lo que cuesta la propia barra de pan?

Fuente: bolsamania.com/noticias/criptodivisas/tiene-razon-elon-musk-criptos-menos-contaminantes-bitcoin-litecoin-monero-dash-zcash--7930366.html