ENAMORADO DEL AMOR

" A veces quieres compartir tus sueños con alguien.... Y haces todo lo posible por hacer que los sueños de la otra persona se cumplan porque tenéis el mismo sueño.... Por eso esperas que los tuyos también lo hagan algún día... Pero ves pasar el tiempo, las oportunidades... y no llega ese momento..... La vida se complica todos los días.... y te aleja más de tu sueño... 

El amor es real, pero la realidad es sólo un sueño.... A veces me asusta tener que despertar pero, ¿cuanto tiempo podré seguir soñando sin alcanzar mi sueño? "

Esta reflexión pertenece a una gran amiga mía. Tal vez se salga un poco de la línea de posts que suelo tratar, pero me parecía muy interesante reflejar un aspecto que es preocupación de muchas personas, no sólo mujeres, eso que quede muy claro. Hablo de quien está enamorado del amor. Enamorarse del amor, como concepto, es algo fantástico. Pero como todo en la vida, cuando lo llevas a un punto de repetición constante, puede ser perjudicial.

Tienes la confianza plena de que tu "otro gajo" está ahí, esperando tu llegada. Y focalizas todas tus energías en la búsqueda. Un buen día, conoces a alguien. Descubres en él o ella muchas de esas cualidades que tu "otra mitad" ha de tener (y obvias aquellas que naturalmente no tiene). Abres tu corazón completamente y te desnudas emocionalmente con la seguridad que por fin ha llegado.

Entregas cada poro de tu ser al otro. Y una de las reglas básicas del amor es anteponer las necesidades del otro a las tuyas. Al principio no buscas reciprocidad. Ver la felicidad en su cara es recompensa más que suficiente. Además, en vuestras largas charlas, habéis encontrado un punto común, un objetivo, (o al menos así quieres percibirlo), que hace que los dos reméis en la misma dirección.

Con el paso del tiempo, aquellos puntos discordantes que eras incapaz de ver en el inicio, comienzan a hacerse más visibles. Pero como buen enamorado, te centras en esas primeras conversaciones que tuvisteis, que chocan frontalmente con lo que estás viendo actualmente. No quieres ver nada que pueda alejarte de tu sueño. Y eso puede hacerlo.

Así que le das "tiempo al tiempo". Pero todo sigue igual. Tus sueños siguen sin avanzar mientras que los suyos, gracias a ti, están cada día más cerca. Y ¿donde quedó vuestro sueño común?. Ya no eres capaz de de percibirlo. Y para el otro, seguramente ni existirá. Desapareció. Con lo que te sientes traicionado, con cara de tonto, y con la sensación de no saber muy bien que estás haciendo.  Pero aún así... "tiempo al tiempo" porque... ¿Y si me estoy equivocando y en realidad si es "mi medio gajo"?.

Solo cuando descubres una traición o una salida de tiesto incuestionable, mueves ficha. Y te descubres nuevamente al principio del juego, enamorad@ del amor y con la confianza que está esperando, en algún lugar, y tu "deber" es encontrarlo.

La necesidad de compartir todo el amor que llevamos dentro, muchas veces nos ciega. Terminamos por ver aquello que queremos ver exclusivamente. Tal vez si esa necesidad de compartir amor no la focalizaramos únicamente en el amor de pareja, todo sería muy distinto. Hay diversas ramas dentro del AMOR y el amor de pareja es solo una. Amar es una manera de compartir lo mejor de uno con el mundo. Por supuesto que cuando encuentras a esa persona con la que puedes compartir tu vida, la sensación de felicidad es máxima.

Pero perdemos el norte. Y tener una relación de pareja no consiste únicamente en encontrar un sueño común y trabajar juntos para alcanzarlo. Esa es una consecuencia posterior. Antes de eso has de amar sus defectos, sus errores, y especialmente, construir tu propio camino personal con un objetivo individual. Eso es otra manera de amar, quizá la más importante, y es amarte a ti mismo.

Cuando así lo haces, el otr@ lo percibirá y te lo devolverá con creces. (No puedes dar nada que no tengas). Parte de dentro hacia afuera, ese es el secreto. El ansia por lograr algo, termina por llevarte a la desesperación. Y la desesperación a una ceguera permanente que impedirá que llegues a tu objetivo, sea cual sea.

Enamórate del amor, pero del amor global, no sólo de una de sus partes. Confía en que aquello que entregas te será devuelto antes o después y sobre todo.... Enamórate de ti mismo. Tienes muchos motivos para hacerlo.

(Dedicado a una gran amiga).