El pájaro que se convirtió en pingüino

Confirmado: Twitter parece ir (ojalá me equivoque) en la dirección incorrecta (una vez más). A situaciones desesperadas, medidas desesperadas. Tras no conseguir sus objetivos de incremento de usuarios activos, pretenden decir adiós a algo más que una seña de identidad, un símbolo,  su valor identificativo: el límite de 140 caracteres de cada tweet. Según Bloomberg, este cambio no tiene vuelta atrás y está previsto para finales de este mismo mes.

Quizás sería equiparable a que Coca Cola dejara de utilizar el color rojo como símbolo de identidad, que el logo de Apple dejara de ser una manzana mordida o que Tesla despidiera a Elon Musk. La importancia de un símbolo es mucho mayor que su valor intrínseco: es aquello que te aporta valor adicional, que te diferencia, que te hace destacar, es tu ADN. Y casi siempre decir adiós a tu seña de identidad implica dejar de ser percibido como una compañía única. Públicamente da a entender que el "pájaro" ha dejado de volar, está en la UVI con pronóstico reservado hasta nuevo parte médico.

Twitter no ha sabido evolucionar, y cuando no te adaptas al medio, corres serio riesgo de extinción. Dos años de decepciones encadenadas son demasiadas: nuevas redes sociales que les roban protagonismo (Instagram, Snapchat); pérdida de valor en bolsa por sus reducidas expectativas para el mercado; ida y venida de directivos (vuelve Jack Dorsey como CEO); y continuos rumores de ser absorbidos por peces más grandes como Google o Facebook (ironías de la vida, en este caso, el pez se comería al pájaro). Lo peor de todo es que parece haber caído en terreno de nadie, los usuarios más jóvenes prefieren utilizar otras redes, y Twitter no consigue satisfacer sus necesidades.

Bien es cierto que el objetivo de no limitar los caracteres es que se de más peso a las imágenes y a los vídeos, los contenidos más valiosos tanto para usuarios como para marcas. No sería descabellado que esta limitación fuera restringida a fotos y videos, manteniendo los 140 caracteres en formato texto. El principal riesgo de no poner límite a los caracteres, especialmente en aplicaciones prácticamente 100% mobile, es que el contenido acabe siendo aún menos relevante para los usuarios. Si encuentras tweets que para leerlos enteros necesitas hacer scroll, los usuarios podrían aburrirse y dejar de ver incluso contenidos que antes consideraban interesantes y que cumplían con los 140 caracteres.

Comentaba hace pocos meses un compañero de oficina, experto en SEO y generación de contenido, que Twitter está dejando de ser un medio de información donde acaban destacando contenidos humorísticos y satíricos. Esto de por sí no tiene por qué ser algo negativo, depende de cómo lo enfoques y cuál es tu objetivo. El problema es que la compañía no parece tener claro sus objetivos, y de tenerlos, no sabe cómo conseguirlos. Es como si hubiera entrado en El País de Las Maravillas. Si no tienes claro el lugar a donde quieres llegar, cuánto menos importa el camino a seguir para alcanzarlo...

Cuando el pájaro azul deja de silvar y de volar, es que algo serio le pasa... Twitter podría dejar de ser un pájaro para convertirse en un pingüino. Y es que aunque los pingüinos sepan soportar el frío, corren riesgo serio de extinción en un mundo cada vez más cálido. Twitter parece prepararse para una edad de hielo en pleno calentamiento global. ¿Me comeré mis propias palabras? Ojalá...

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