EL MIEDO AL FRACASO, UN FRENO A LA HORA DE EMPRENDER

El desempleo y la baja calidad de los empleos existentes, han creado la necesidad de emprender y pasar de ser empleado a emprendedor (sobre todo entre los jóvenes y no tan jóvenes).

Pero, ¿qué motiva a una persona a tomar el camino del emprendimiento? la principal motivación sería, ser su propio jefe, o el deseo de la autorrealización, la vuelta o incorporación al mercado laboral, etc.

Son muchos los factores que pueden llevar a una persona a inclinarse por un negocio en concreto, como por ejemplo;

 - Oportunidades de negocio en mercados poco abastecidos, de nueva creación o con un alto potencial de crecimiento (ver el filón).

 - Conocimientos técnicos sobre mercados, sectores o negocios concretos.

 - Simplicidad del negocio (franquicia, negocios consolidados...)

Pero también hay que tener en cuenta otros factores determinantes como el nivel técnico o el nivel económico exigido por algunos negocios, que suelen actuar como factor disuasorio en algunos casos.

Pero sin duda el factor más importante es la autoconfianza y la ilusión  (la autoconfianza en las habilidades emprendedoras tiene un efecto tanto positivo [a través del aprovechamiento de oportunidades de negocio] como negativo [debido a la sobre-valoración de capacidades individuales] a la hora de valorar la decisión individual de iniciar cualquier actividad emprendedora.

... otros factores que también influyen;

 - Saber elegir a sus colaboradores (pueden hacer que el negocio fracase o se dispare)

 - Capacidad para organizar y coordinar medios económicos, humanos y materiales.

 - Capacidad para dirigir y motivar al personal. 

 - Capacidad para tomar decisiones y asumir riesgos...

Pero, ¿que ocurre cuando esto no es tan "sencillo"?, cuando nos encontramos con "el miedo o vergüenza al fracaso"

Miedo a no ser capaz, miedo al rechazo social (al que dirán), miedo a decepcionar a nuestros familiares, miedo a asumir responsabilidades...

El miedo al fracaso es suficiente para paralizar a muchas personas, les hace darse por vencidos sin ni siquiera haberlo intentado antes. El fracaso es un componente esencial del éxito personal y profesional y se identificado por numerosos estudios como otro factor significativo que impacta la actividad emprendedora.

Este factor de tipo socio-cultural tiene un gran poder de disuasión para crear empresas.

En culturas con altos niveles de estigma social al fracaso empresarial, las personas suelen tener menor probabilidad de convertirse en empresarios, respecto a culturas donde existe una mayor tolerancia y aceptación del fracaso empresarial, donde la probabilidad de convertirse en emprendedor es mucho mayor. Normalmente y dependiendo del grado de miedo al fracaso, cualquier persona con afán de emprender tomará la decisión de crear o no la empresa o de generar un cambio o no en su negocio.

Por otra parte este miedo también depende de otros factores, como por ejemplo la edad: Cuando eres niño, aprendes a montar en bici, ir con patines, dar volteretas en el aire, a volar...  no te da miedo nada, conforme vas creciendo se va desarrollando ese instinto que te impide hacer ciertas cosas por miedo, pues con el emprendimiento para igual, las personas tienen diferentes propensiones de asumir el miedo al fracaso en relación con su ciclo de vida, los jóvenes tienden a tener menos miedo al fracaso y mayor probabilidad de crear empresas. Una razón por la que el miedo al fracaso es menor en los jóvenes está relacionada con los costes de oportunidad de ser emprendedor, mucho más altos para ellos (desde su perspectiva de pensamiento).

Pero realmente, ¿tiene el miedo solo consecuencias negativas? La respuesta  es NO, el temor puede dar a un emprendedor un sentido de urgencia a trabajar más y a aprender de los errores, pero para llegar a esto, hay que desprenderse del miedo y coger las riendas. 

Convertirse en emprendedor significa aprender a vivir con la asunción de riesgos, unas veces saldrá mejor y otras peor, habrá que resolver problemas, cometer errores, aprender a solucionarlos...

¿CÓMO PODEMOS SORTEAR ESE MIEDO O VERGÜENZA A FRACASAR?

Principalmente, la ilusión y motivación por emprender algo nuevo siempre tiene que ser mayor al miedo. Y entre otras cosas, por ejemplo;

Planificar: realizar un exhaustivo DAFO (interno y externo), para desarrollar e implementar las adecuadas estrategias, que aportarán mayor seguridad para superar la inseguridad.

Fijar metas/objetivos realistas: todos sabemos que cuando los objetivos son inalcanzables, llega la desmotivación y el miedo.

No deberíamos sobrevalorar las consecuencias negativas que pueden acarrear las acciones que emprendamos: "piensa mal y acertarás",  esto no nos puede paralizar, no siempre sale mal, algunas cosas nunca pasan, cambia el chip sobre las consecuencias negativas.  

No todo lo que te pasa es un fracaso, puedes equivocarte o errar: si las cosas no van como uno espera no significa que ya eres un fracasado por ello, nada más lejos de la realidad, pero claro, ahí influye nuestro pensamiento, (lo estoy haciendo mal, he fracasado¡¡), quizás solo te estas equivocando y simplemente hay que buscar una solución y reconducir. 

Nadie es perfecto: un margen de error también es válido, no pasa nada¡¡¡ 

Aprende de los errores, sobre todo de los errores ajenos. Todo está inventado, puedes tomar lo que ya funciona, modificarlo, mejorarlo, adecuarlo a tu negocio. ¿Y qué?, dejas de ser más inteligente por ello'??? Todo lo contrario, demuestras que sabes hacer las cosas fijándote en quién ya lo está consiguiendo. No estas copiando, estás emprendiendo por tu cuenta. Cualquier proceso de aprendizaje requiere cometer errores para aprender.

Si el proyecto emprendido marcha, podrás emplear a otras personas que necesiten una oportunidad (te sentirás realizado y ayudarás).

Pero , sin duda, el mayor de nuestros errores es NO INTENTARLO POR MIEDO AL FRACASO.

Proverbio chino