El efecto “camarera de restaurante de carretera”

El gran problema de esta sociedad se llama cortoplacismo. Una enfermedad acrecentada por los políticos que, en busca de soluciones inminentes que no afecten a su imagen (y a la intención de voto) solo implementan “parches” sin entrar en el verdadero fondo del asunto. Hemos de encarar el futuro y enfrentarnos a sus consecuencias hoy, o los problemas se nos acumularán y provocarán un colapso. Estamos minimizando el impacto del efecto “camarera de restaurante de carretera”.

Estamos asistiendo al paro y protestas de los transportistas. Su problema no es “trabajar a pérdidas”, ni el coste del gasoil, ni la seguridad en las áreas de servicio… La suya es una de las muchas profesiones que desaparecerán a medio plazo y generarán miles de desempleados a corto. ¿No es ahora el momento de abrir ese debate y comenzar a planificar con tiempo el escenario antes de que llegue la disrupción (en algún momento de esta década)?  

Desde 2019 Waymo (la división de movilidad autónoma de Google) lleva probando sus camiones autónomos en Phoenix (Arizona) y desde el año pasado están operativos en una línea entre esa ciudad y Tucson (unos 160km). Son varias las empresas que ya transportan mercancías con estos camiones autónomos en fase de pruebas, como Google a través de Waymo o startups como TuSimple, Aurora, Embark. Pero son muchos los que trabajan para conseguir un transporte autónomo por carretera: desde gigantes de la movilidad como Uber a fabricantes de vehículos como Tesla, Daimler, Volvo….

Gigantes como DHL y UPS observan atentos la evolución de estas pruebas conscientes del impacto en sus modelos de negocio a corto plazo. Ni que decir tiene que Amazon lleva años conceptualizando cómo será el nuevo delivery que empezó a construirse a finales de la década pasada (robots, drones, vehículos autónomos…) con MVPs que en la presente se convertirán en realidad.

Pero como siempre que hablamos de inteligencia artificial, hemos de mirar a China (donde la conducción autónoma avanza a mayor velocidad). El año pasado TuSimple recibió la autorización del Gobierno chino para operar hasta 5.000 camiones autónomos en todo el país tras haber sumado 45.000 kilómetros de pruebas en rutas cerradas entre el Puerto de Shanghái y fábricas y almacenes de la zona. Los buenos resultados de esta primera fase de pruebas (en la que no se registró ningún tipo de accidente…¡pese al caos del tráfico chino! ) animaron  al Gobierno chino a conceder esta autorización Para operar en diferentes zonas del país. 

¿Qué tiene todo esto que ver con las camareras de los restaurantes de carretera?

Los conductores de Uber hicieron desaparecer a millones de taxistas en todo el mundo; hoy empresas como Waymo y Cruise operan taxis sin conductor y retiran del mercado a los conductores de Uber. En algún momento de esta década desaparecerán los taxistas: nos transportaremos por las ciudades en vehículos eléctricos, autónomos y compartidos. Flotas de furgonetas autónomas realizarán parte del delivery, mientras robots y drones se combinan con humanos para realizar la última milla. Y asistiremos a la desaparición progresiva del “camionero” a medida que flotas autónomas recorren nuestras carreteras.

Ello supondrá que miles de restaurantes de carretera dejarán de servir menús del día para camioneros (y probablemente muchos se transformarán en centros de recarga de baterías para millones de camiones autónomos que transportarán las mercancías). Este es el efecto “camarera de restaurante de carretera”: puede que su trabajo no se vea afectado directamente por la automatización del transporte, pero perderá su puesto de trabajo al verse menguado su mercado por causa de la misma. Y lo mismo aplica a cientos de profesiones que se verán afectadas de forma indirecta (desde los mecánicos a los corredores de seguros) y aún no son conscientes de ello. La automatización puede que no llegue de forma directa a tu puesto de trabajo de forma inminente, pero ya te está afectando. Puede que aún no tengas “cara de taxista” pero, ¿se te está poniendo cara de “camarera de restaurante de carretera”?

La disrupción que generará en esta década la inteligencia artificial sobre la movilidad (de las personas y mercancías) será equiparable a la que generó a principios del siglo pasado la aparición del motor de combustión. El automóvil cambió el mundo y reconfiguró el modo de vida de la humanidad. Pero la magnitud de los cambios que generarán los algoritmos y el deep learning será mucho mayor. ¿No crees que ya es el momento de comenzar a pensar en esos cambios antes de que los problemas se acumulen y colapsen el sistema?