DONDE EL CORAZÓN TE LLEVE

"Y cuando ante ti se abran muchos caminos y no sepas cual recorrer, no te metas en uno cualquiera al azar: siéntate y aguarda. Respira con la confianza profunda con que respirastes el día que vinistes al mundo, sin permitir que nada te distraiga: aguarda y aguarda más aún. Quédate quieto, en silencio, y escucha a tu corazón. Y cuando te hable, levántate y ve donde él te lleve" ( del libro DONDE EL CORAZÓN TE LLEVE) 

Extracto sugerido por M.Del Valle Santana Quesada. 

He tenido dudas a la hora de titular este post. Finalmente me he decidido por mantener el mismo del extracto de éste estupendo libro, pero la alternativa me parecía igualmente válida: El poder de la intuición. 

Porque no somos plenamente conscientes del poder de nuestraintuición. De hecho, ¿crees que realmente existe? (pregunta realizada a un racionalista de pro). No es cuantificable. No se puede medir ni localizar en un lugar concreto de tu cuerpo. Pero estar, está. Esa voz interior que te susurra.... "la estás cagando, querido mio" o "Inténtalo, ¿que puedes perder?". Y suele ser contraria a todas las ideas racionales que surgen en tu mente continuamente.

Pero, ¿no te has fijado que hay temporadas en las que "desaparece"?. Suele coincidir con épocas de estrés, donde no paras ni para ir al baño, y en las que tu cabeza parece un plató de Mujeres, Hombres y Viceversa en plena ebullición. Tal vez sea porque no puedes oírla. Estar, está ahí, como siempre. Pero demasiadas distracciones impiden que puedas escucharla. Incluso reconocerla aunque si la oigas. Os presento el maravilloso término " tengo un cacao de narices".

Cuando le das vueltas y vueltas a algo y no hay manera de tomar una decisión, la intuición es responsable. Si fueras completamente racional, serias una simple calculadora con patas. Varias opciones. Pros y contras. Y la opción que gane, sería la correcta. Pero eso no suele pasar. Más bien, las dudas entran cuando tu intuición te dice una cosa y tu mente racional otra.

En ocasiones están rápidamente de acuerdo. Y no hay problema. Pero cuando no.... El Vesubio es una mieeerda de cerro al lado de tu cabecita.

Hagamos un ejercicio de reflexión. Echa la vista atrás hacia alguna decisión importante que tuvieras que tomar en el pasado. Trata de recrear el momento de toma de decisiones y qué te llevó a elegir entre una y otra, intuición... o razón. Sin conocerte, creo que si la intuición se llevo la victoria, el resultado no fue malo. Más bien todo lo contrario. La muy capulla suele acertar de pleno. Como si tuviera siempre la respuesta correcta.

Pero claro, cuesta escucharla en nuestro día a día de locos. Trabajo, familia, niños, facturas, televisión, Internet,.... Entre unas cosas y otras no nos permitimos parar un ratito y estar en absoluto silencio con nosotros mismos. No tienes tiempo, lo sé. ¡Pero si esa excusa creo que la inventé yo!.

Cuando consigues estar en absoluto silencio contigo mismo, puedes escucharla claramente. No suele hablarte. La sientes. Haz tu pregunta y siente la respuesta. Si te sientes tranquilo, con una paz extraña, incluso eufórico.... Es por ahí. Si por el contrario es un come come, nervios, ansiedad, mal rollito emocional.... No vas bien.
Un sistema básico pero eficaz. Haz pequeñas pruebas y observa los resultados. Igual aprendes a dominarlo tan bien que en poco tiempo te veo en canal local como tarotista. ¿Quién sabe?.

Lo que si sé, por experiencia, es que solo si te detienes e intentas buscar un rato contigo mismo, podrás escucharla. Tal vez esté situado en el corazón, termómetro de emociones, o tal vez en el dedo meñique del pie derecho. No importa. Pero si importa que posees una preciosa y completa herramienta que puede convertirse en una ayuda inestimable en tu vida. Aprovéchala. Guíate donde el corazón te lleve.... 

Post realizado gracias a la idea de M.Del Valle Santana Quesada.