DOCTORAS EN CIENCIAS - CUANDO ESTUDIAR ERA COSA DE HOMBRES

Había una vez tres muchachitas que no fueron a ninguna academia de policía, y que no acabaron trabajando para ningún Charlie, sino que se doctoraron en la Universidad de Zaragoza. Llegando a donde ninguna mujer había llegado por aquel entonces, abriendo las puertas de la Facultad en los inicios de la presencia de la mujer en las aulas. Fueron J. Vicenta Arnal Yarza, Ángela García de la Puerta, María Antonia Zorraquino Zorraquino. Unas pioneras. Hoy dicha Universidad les rinde ahora un merecido homenaje en forma de exposición biográfica.

En 1910, se permitió, por primera vez, matricularse a mujeres –por los cauces comunes y oficiales– en los establecimientos docentes. Antes solo podían hacerlo como estudiantes privadas y obteniendo un permiso especial. Casi dos decadas después se convirtieron en doctoras en Ciencias Químicas.

J. Vicenta Arnal Yarza (Zaragoza 1902- Madrid 1960)

Leyó su tesis doctoral e hizo historia ya que fue la primera doctora en Ciencias de España. Titulada en magisterio en 1922, estudió Ciencias Químicas licenciándose con Premio extraordinario en 1926 y defendiendo su tesis doctoral en 1929, siendo la primera doctora en Ciencias Químicas de España entrando a formar parte de la Sociedad Española de Física y Química, por su destacada labor investigadora tanto en España como en el extranjero. (Suiza y Alemania).

Aprobó la oposición a cátedras de Instituto de Física y Química en 1930. lo que la convirtió en la undécimo primera mujer española en conseguirlo y en la segunda catedrática en ciencias Dio clases en el Instituto de Calatayud y en el Velázquez y Beatriz Galindo de Madrid. Visitó distintos centros de enseñanza de Suiza, Francia, Bélgica, Inglaterra y Holanda. En 1947 se trasladó a Japón donde residió dos años. Fue autora de numerosas publicaciones científicas y libros.

Como docente se destacó por sus planteamientos pedagógicos sobre la enseñanza de las Ciencias Naturales y de la Física y Química, los cuales plasmó en un número monográfico de la revista Bordón, publicada en 1953, dedicado a la enseñanza de las Ciencias Naturales.

Ángela García de la Puerta (Soria 1903- Soria 1992)

Nació en Soria el 26 de diciembre de 1903. Obtuvo el título de Maestra Superior en la Escuela Normal de Maestras de Soria en 1922 con sobresaliente. Cursó la Licenciatura en Químicas en Zaragoza, licenciándose en 1926 con un expediente de sobresaliente y matrícula de honor. Fue Premio extraordinario de Licenciatura en 1927.

Defendió su tesis doctoral en 1929, siendo la segunda doctora en Ciencias Químicas de España. Fue ayudante y auxiliar en la Facultad de Ciencias. Fue la primera mujer catedrática de Física y Química en un instituto en 1928.

Fue la primera catedrática de Física y Química (oposición que ganó con el número uno (1928) y la primera Doctora en Ciencias de la Universidad de Zaragoza, siendo el título de su tesis: Contribución al estudio de los potenciales de oxidación.

Además de su trabajo como docente, Ángela también trabajó en los Laboratorios de Química Teórica y Electroquímica de la Facultad de Ciencias y en el Laboratorio de Electroquímica de la Escuela Industrial de Zaragoza entre 1926 y 1928. En 1930 y 1931 trabajó en el Laboratorio de Electroquímica de la Escuela Superior del Trabajo en Madrid y en 1932 gracias a una beca JAE trabajó en la Technische Hochschule de Dresde.

El Ayuntamiento y la Diputación Provincial de Soria le entregaron la medalla de catedrático, acto al que asistió el rector de la Universidad de Zaragoza. Trabajó en institutos de Ciudad Real y Madrid y se trasladó a Zaragoza en 1932, donde trabajó en el Instituto Miguel Servet, del que fue directora entre 1936 y 1942, y donde se jubiló en 1973.

María Antonia Zorraquino Zorraquino (Zaragoza 1904 – Zaragoza 1993)

Su padre estaba a favor de la educación de las mujeres y ya desde pequeña tuvo gran interés por el estudio y las ciencias. Estudió Bachillerato en el Instituto General y Técnico de Zaragoza.

Se doctoró en 1930 en la Facultad de Ciencias de la Universidad de Zaragoza con la tesis «Investigaciones sobre estabilidad y carga eléctrica de los coloides» siendo la única mujer de su promoción entre veintitrés hombres siendo la tercera doctora en Ciencias y la primera en hacer la defensa de la tesis exclusivamente en Zaragoza.

Desarrolló su trabajo en el Laboratorio de Investigaciones Bioquímicas bajo la dirección de Gregorio Rocasolano. En 1931 se casó con Juan Martín Sauras, catedrático de Química en la Universidad de Zaragoza, con quien tuvo tres hijos. A pesar de que le habría gustado seguir con su trabajo en el Laboratorio de Química lo dejó ya que su marido no consideró apropiado que una mujer casada trabajara fuera de su casa