Depurar agua con ozono

El agua tratada con ozono es una nueva forma para convertir el agua en potable mediante la purificación y desintoxicación de toxinas, agentes externos y demás patógenos que la contaminan. Para ello, se purifica mediante un sistema de conversión del agua a través del ozono. Las cualidades beneficiosas de este gas (O3) lo convierten en ideal para eliminar todas las toxinas que pueda tener el agua.

El ozono es un gas incoloro y  el desinfectante más potente que se conoce en el planeta. Hay que pensar que apenas deja residuos tóxicos de ningún tipo. Esto es posible gracias a su fácil descomposición en oxígeno y agua. También puede convertirse en dióxido de carbono en el caso de que lo haga en el aire. Por si fuera poco, sus altas capacidades oxidantes lo hacen ideal para la desintoxicación.

Desde su descubrimiento, allá en 1785 por el químico holandés M. Van Marun, no se ha parado en descubrir diferentes usos y aplicaciones para este gas tan beneficioso. Un claro ejemplo de sus aplicaciones es que se usa en diferentes terrenos como la agricultura y la eliminación de malos olores tanto en cultivos como en instalaciones de restauración. Incluso se ha desarrollado una terapia en torno a este gas llamada ozonoterapia.

De hecho, el ozono y su aplicación en la medicina (ozonoterapia) está fuertemente vinculada con el agua tratada con ozono. Hay que pensar que el ozono es el mejor desinfectante que se conozca, además del más inofensivo y potente. El agua que se trata con este gas se basa en la alta capacidad de oxidación que tiene el ozono. El ozono es después del flúor el elemento con mayor capacidad oxidante de la naturaleza.

Esta capacidad de oxidación permite una destrucción rápida y total de cualquier microorganismo, bacteria y virus. De esta forma, es posible contar con agua libre de gérmenes y apta para su consumo.