Cuatro libros de mi infancia

¡Hola Abejitas! 

Adquirí el hábito de la lectura cuando tenía 8 años gracias a que mi papá era un lector empedernido, y que estaba suscrito al Círculo de Lectores. Recuerdo que una vez al mes nos visitaba un Señor que aparecía con el nuevo catálogo y con los libros que habíamos pedido el mes anterior. Para otros niños seguro que no significaría nada, pero para mí era como tener un juguete nuevo cada mes. 

El primer libro que elegí para leer era de El Barco de Vapor, y se llamaba Kimazi y la montaña. En cuestión de un año me leí 14 libros, fue como abrir un nuevo mundo de experiencias y sensaciones. Claro, no dejé de ser el típico niño que en verano le gustaba estar en el pueblo (Villalba del Rey, Cuenca) con sus amigos y que descubría nuevos lugares mientras iba en bicicleta, o qué decir de los viajes al pantano (entiéndase lago para los latinoamericanos). 

Mi pasión siempre ha sido leer, en julio creo que le mostré a mi esposa que ya llevaba 62 libros leídos en lo que va del año, ahora ya perdí la cuenta, pero hay unos cuantos libros que quiero mostrarles, son los que conservo casi intactos desde mi infancia. Dos de ellos, aunque les cause gracia, son de Mortadelo y Filemón. El que no creció con éstos dos y con el Superintendente Vicente es que no tuvo infancia, vamos, jeje. 

Y dos libros de dónde está Wally. ¡Uffffff! Pasé muchas horas entretenido encontrando todas las cosas que preguntaban en las dos últimas páginas. 

Les dejo la parte de la fiebre del oro del segundo libro Dónde está Wally ahora. A Wally lo van a encontrar fácil, pero a ver si logran encontrar el libro amarillo que se le perdió, jeje. Haz clic en la imagen si quieres verla más grande y usa la lupa que aparece en el puntero para hacerla aún más grande. 

Buena suerte.

Hugo.