CONDILLAC Y EL SENSUALISMO

Condillac es uno de los filósofos que más ha influido en la Ilustración francesa.Nació en Grenoble en 1714 y falleció en 1780. Realizó estudios sacerdotales en un seminario, aunque los abandonó, y continuó su formación de manera autónoma. Fue preceptor del duque de Parma, y se retiró de la vida pública en 1772.Se relacionó con grandes personalidades del enciclopedismo, entre ellas, Diderot y Rousseau.

Ciertamente, analizó el racionalismo y la psicología de su tiempo, y se mostró, en rotundo desacuerdo, con el innatismo de los filósofos racionalistas del siglo XVII. Ya que el origen del conocimiento no está, exclusivamente, en la razón, sino en las sensaciones. En este sentido, se entiende, perfectamente, que criticase con severidad los planteamientos epistemológicos del racionalismo.

El sensualismo o sensismo de Condillac parte de la sensación, de la que surgen todas las demás nociones, a través de modificaciones sucesivas. En el fondo, es algo parecido a lo establecido por la filosofía empirista de Hume, que ponía, en primer lugar, a las impresiones de las que se derivan las ideas. Las abstracciones, por tanto, provienen, en último análisis, del contenido empírico de las sensaciones, porque su materialidad es lo que sirve de base para las ideas abstractas. O lo que es lo mismo, la capacidad de separar y distinguir significaciones se apoya en el proceso sensoperceptivo. Actualmente, ya desde el siglo XX está demostrado que es así. Pero, en pleno siglo XVIII, es indudable que era difícil afirmar una teoría del conocimiento sensista.

Condillac, para explicar más claramente su sensualismo, utiliza la conocida imagen de la estatua. Si se concediera, de modo imaginario e hipotético, a una estatua de mármol, un sentido, por ejemplo, el olfato, se vería cómo partiendo de él surgirían todas las facultades superiores.

Condillac negó la existencia de la «reflexión», que fue considerada por Locke como la segunda fuente de conocimiento, aparte de las sensaciones. Estimo que la reflexión es una de las operaciones fundamentales de la mente y, por tanto, estoy de acuerdo, en esta cuestión, con el planteamiento epistemológico del creador del empirismo, más que con Condillac. Aunque también es cierto que, en función de la definición precisa que se dé del proceso reflexivo, puede haber matices interpretativos diferentes, acerca de la naturaleza exacta de la reflexión y de la representación, en relación con todo el proceso cognoscitivo.

Incuestionablemente, la teoría condillaciana del sensismo es su principal contribución a la filosofía. Pero debe valorarse que también elaboró una coherente y brillante teoría del lenguaje que se adelantó a su tiempo. De hecho, la semiótica de Condillac ha influido en Destutt de Tracy, etc. Además, Lavoisier señala la influencia de la obra de Condillac en la formación de la química moderna. Al respecto escribe Lavoisier: «Pero comprendí mejor al ocuparme de este trabajo, que hasta entonces no había evidenciado los principios establecidos por el abate Condillac en su Lógica y en algunas otras de sus obras…en fin que el arte de razonar no es más que una lengua bien hecha». Los libros de Condillac son esenciales, si se quiere comprender la filosofía francesa y europea del siglo de las luces. Su obra fundamental es Tratado de las sensaciones de 1754. Otro de sus grandes libros es Ensayo sobre el origen de los conocimientos humanos de 1746.