Con el pinpiribin pin pin, con el panparabanpanpan al que no le guste el vino...

Amig@s, estamos en el mes de la vendimia, septiembre, y por toda la geografía hispana hay un trasiego intenso de la recogida de la uva que, una vez finalizada, tiene que ser celebrada por todo lo alto a base de fiestas en los pueblos. Toda una tradición que se remonta a tiempos remotos y, algo así tenía que ser reflejado, por fuerza, en el arte. Al pelo me viene el famoso cuadro de Velázquez, El triunfo de Baco y que, con mucha sabiduría y guasa, los madrileños lo renombraron, a partir del siglo XIX, con el título de Los Borrachos. Mucho más claro el mensaje, ¡dónde va a parar!. 

Este cuadro fue pintado por Velázquez con 30 años y, con esa edad y teniendo en cuenta que hasta entonces sólo se le conocían bodegones, escenas religiosas y retratos, no es de extrañar que diera rienda suelta a todo su genio en una escena que se puede considerar, en parte, costumbrista con un toque burlesco hacia el mito, pero, sin perder ese punto de seriedad. 

Para esas fechas, ya había conocido a Rubens y, seguramente este le animara a que se saliera de su "zona de confort". 

El cuadro podríamos dividirlo en dos partes. La zona de la izquierda, en la cual destaca el dios Baco, coronado con una corona de parra o pámpano, distinguiendo, ojo, con una corona de hiedra, que no de laurel, a un personaje, que vendría a indicarnos que está premiando a un poeta que se encuentra arrodillado y recibiéndola de un modo casi litúrgico, o más bien achispado. Esta parte sería la zona más seria, en cambio, en el lado derecho, la juerga, contenida, que se aprecia debido a una ingestión elevada de tintorro, es notoria. La maestría del genial pintor hace que, los siglos pasados no afecten en lo más mínimo a los personajes porque, esas caras y gestos los podemos ver perfectamente en cualquiera de nuestras ciudades o pueblos. 

Un elemento que no podemos dejar de lado es , que uno de los personajes, el del sombrero sobre todo y su compañero, nos están interpelando directamente a los ojos, como queriéndonos decir, "la que estamos liando", "anímate y pasa". Velázquez nos invita con esa mirada a formar parte del cuadro. Pasamos a ser un elemento más del mismo. "Si es que, cada uno de nosotros somos unas obras maestras"

En cuanto a Baco, tiene una historia mitológica muy curiosa. Baco era hijo de Júpiter y una mortal, Selemé. En la antigua Grecia su nombre era Dioniso, que significa "nacido dos veces", ¿Por qué?,  porque la esposa de Júpiter, Hera, "era muy suya y vengativa" , urdió un plan para que Semelé tuviera un aborto. Júpiter, para no perder a su hijo, (la mortal acabó cenicienta, no por el cuento, sino porque fue fulminada y hecha cenizas") unió el feto a una pierna de él hasta que se transformó en un bebé rollizo y saludable. "La imaginación que hay que tener para tejer una trama así".

El niño fue creciendo como en un campo de minas, ya que Hera se dedicó a ponerle pruebas y trampas. Tanto "marcaje" hizo que el pobre se volviera un poco tarumba, llegando a enloquecer. Para buscar consuelo a la presión que sentía, se entregó al vino y a los placeres carnales. Le acompañaban un buen grupo, los Sátiros, Pan, Sileno, Aristeo, los coribantes. "Vamos, que su pandilla"

El relato mitológico nos cuenta que Baco conquistó la India sin derramar una gota de sangre, ya que iba enseñando cómo cultivar la vid para producir vino y cómo disfrutar de la vida. buena política populista. Seguro que ahora saldría con mayoría absoluta. Pero, como dice un dicho en latín "in vino veritas, in aqua sanitas", es decir, En el vino está la verdad, en el agua la salud. Ya sabéis, a beber al menos 2 litros de agua diaria. 

Como curiosidad mitológica malsana, de esos cotilleos que salen en televisión, Baco se casó con una de las hijas del rey Midas, Ariadna. Ambos eran desdichados,  Ariadna porque había sido abandonada por Teseo, ya sabéis, el "torero" que se lió en el laberinto y no sabía salir de él, y que gracias al hilo de Ariadna logró ver la luz.  Además, Ariadna tuvo una trifulca con la diosa Minerva por eso de "yo sé tejer mejor que tú" , " como los niños chicos" y acabó tejiendo telas de araña.

Cuando os encontréis delante de este cuadro, pensad durante unos momentos la cantidad de juergas que unos y otros llevan corridas y lo bien que lo pasaríais en su grupo de facebook.