Cómo dejar de pensar: una práctica sencilla que dejar de lado los pensamientos de ansiedad ( No es mio...he pensado en compartirlo )

“Cambia tus pensamientos y cambia el mundo.” ~ Norman Vincent Peale

Todos nos encontramos con momentos en la vida cuando alguien dice o hace algo que nos ofende. Después del hecho, no importa lo difícil que tratamos de dejar de lado los sentimientos de dolor o el resentimiento, podríamos encontrar dificultades para seguir adelante.

Lo sé, he estado allí antes que yo, sobre todo cuando me hubiera gustado que hubiera dicho a la gente cómo me sentí realmente en ciertos encuentros, o cuando yo dudaba de lo que dije o hice y luego Reproduje eventos pasados otra vez en mi mente.

Soy una adicta a complacer a la gente  y como resultado, no siempre he expresado mis sentimientos sinceros a otros.

Más veces de las que puedo contar, me sentí cohibido y con ansiedad, cuando había  que acercarse a ciertas personas y situaciones de la vida.

Yo estuve lo suficientemente gracioso? ¿Me parece poco inteligente? Sin saberlo, ofendo a alguien? Este tipo de preguntas se meten en mi mente y se encargan de mi estado de ánimo sobre una base diaria.

Mi inseguridad y miedo a la confrontación no sólo afecta la forma en que yo me representaba a mí mismo en situaciones sociales, sino que también causó mucha preocupación y tensión innecesaria en mis relaciones.

Hubo un punto de inflexión cuando uno ya estaba harto de evitar  conflictos y cansado de sentirse herido. Me di cuenta de que con el fin de cambiar lo que sentía, tenía que percibir el mundo a través de una lente diferente.

“Vas a ser libre en el momento que dejes de preocuparse por lo que otros piensan de ti.” -Desconocido

En la universidad, recuerdo que uno de mis profesores le preguntó a cada persona en el aula lo que querían llevar a cabo al final de su carrera académica. Lo primero que me vino a la mente fue: “Yo no quiero tomarme las cosas personalmente por más tiempo.”

No me di cuenta en ese momento, pero en ese mismo momento había comenzado mi viaje.

Durante la realización de mis estudios, trabajé de cerca con personas que habían sido abusadas ​​y descuidadas. Habían sido completa y totalmente" invisibles" . No sólo me dolía el corazón por lo que habían vivido, mis ojos lentamente comenzó a abrirse. Estos individuos eran lo suficientemente sorprendentes, incluso sin que nadie así se los hizo creer que eran.

Y yo era suficiente. Yo no tengo que adivinar las cosas que hice, o permitir que la duda se interponga en el camino de mi felicidad.

Simplemente podía existir en el mundo sin mi ansiedad .

Poco después de este descubrimiento me encontré con un maestro budista , ya a través de las prácticas de atención plena profundas diarias, he aprendido a domesticar los pensamientos de ansiedad, improductivos que entraron en mi mente y no dejarse arrastrar por ellos.

A medida que continué mi trabajo interior, ví que era más amable y paciente con los demás como conmigo mismo.

Con el tiempo me di cuenta de que la lucha es universal y que todos compartimos estos encuentros en alguna forma, en algún momento de nuestras vidas.

Cómo nos relacionamos con nuestro dolor es lo que da forma al resultado.

Podemos derrumbarnos bajo presiones de la vida o abrazarlas y convertirnos en versiones más evolucionadas de nosotros mismos. Nuestra verdadera naturaleza es lo que somos por debajo de nuestras luchas e historias, y acceder a esa naturaleza es la clave para sentirse en paz.

Nuestra disposición y la familia de origen afectan en gran medida la forma en que observamos y reaccionamos ante el mundo que nos rodea. Pero no somos impotentes; podemos cambiar nuestra forma de responder a las dificultades de la vida.

¿Alguna vez ha admirado a alguien que salió del otro extremo de la adversidad más fuerte, más sabio y mejor equipado para la carretera? Usted no tiene que contemplar esa persona; puedes ser como ellos.

Tome un momento en pensar en volver a un momento en que alguien dice o hace algo que le preocupaba. ¿Se aferran los pensamientos negativos sobre su mente? Latía su corazón? ¿Le ha resultado difícil concentrarse? Sintió este momento como que nunca terminaba?

Sé por experiencia personal que el estrés puede sentirse a veces como una experiencia fuera del cuerpo. Nuestros pensamientos pueden quedar atrapados en nuestras cabezas. Con el tiempo podemos empezar a confiar y sentirnos cómodos  simplemente y reaccionar sin pensar, o podemos empujar a nuestros sentimientos hacia la  distancia y desconectarse de situaciones completamente, como yo lo hice.

Por esta razón, me he adaptado mi propia forma de ejercicio de conciencia que he utilizado una y otra vez y que ahora  explico a otros. Este método puede ayudar a desarrollar el conocimiento profundo de sus pensamientos, ya que estás frente a momentos difíciles o poco después, al tiempo que te ofrece a tí mismo palabras de compasión y bondad.

Una de las primeras veces que puse esta técnica en práctica, me ayudó a pasar a la aceptación, el lugar más curativo.

Hace algunos años yo estaba en una reunión para las nuevas madres. Era mi primera vez allí, y con todas las conversaciones se hacía difícil escuchar.

Le había pedido a alguien en la multitud repetir el nombre de su hijo, que era, “Wren”, un nombre bonito, como el pajarillo.  ( La traduccion de Wren es " reyezuelo " un pajarito como los gorriones que se alimenta de insectos ) Otra madre me escuchó y en voz alta mencionó que la gente de la ciudad eran mundanos y tenían poco conocimiento de la naturaleza.

Me preguntaba  que posiblemente podría haber hecho para ofender a esta mujer. Mis pensamientos se extendió como un incendio forestal.

Me sentí profundamente enojada por su comentario. Procedí a dudar de mí misma, cuestionando si había algo que había dicho al grupo ese día que parecía tonta o no inteligente. Mi próximo curso de acción era para empezar a pensar cosas que decir para contrarrestar su ataque verbal, una manera de demostrar mis conocimientos.

Mientras que todas estas ideas burbujeaba en mi mente, yo estaba completamente en silencio. Sentí una sensación de ardor en el estómago y en el pecho.

Traté de sacar lol mejor del encuentro después de aquello, pero no podía evitar sentirme irritada. Le di a esta persona la espalda el resto del día y estaba molesto con ella. También estaba enojado conmigo misma por no elevarmee por encima de la mezquindad eligiendo desairarla a ella.

Más tarde esa noche, me quedé pensando en lo que había dicho y por qué ella me eligió como su objetivo.

Una vez más me había caído en la trampa de evitar el conflicto a expensas de mi bienestar.

Procedí a romper lo que estaba sintiendo y lo que más necesitaba de mi atención  y esto me trajo una muy necesaria comodidad interna.

ABIERTO a su verdadera naturaleza

La próxima vez que usted se encuentre abrumado por  las situaciones pasadas o sentirse abrumado por el estrés de la vida, intente este ejercicio para ofrecer un poco de compasión y traer de vuelta en el momento presente.

Observe

Cierre los ojos y respire. Observe cómo su cuerpo se siente tensión en el estómago o pesadez en los hombros, por ejemplo. A continuación, observe los pensamientos que usted está pensando en el momento o están viviendo en el pasado, y el nombre de ellos, como por ejemplo, la preocupación, temiendo, reproducir, o la planificación.

Cuando observe sus pensamientos, usted es capaz de elegir qué creer y qué dejar que pase. Usted puede elegir no creer que alguien tenga la intención de hacer daño, que hizo algo mal, o que merecen ser juzgados. Se puede ver estos pensamientos como nada más que reacciones reflejas a una supuesta ofensa, y no reflejos de la realidad o las ideas que necesita para que influyen en su estado de ánimo.

Peace

Cuando esté listo, lleve la paz a la mente y el cuerpo diciendo, “Estoy profundamente herido y está bien sentir la manera que lo hago.” (Usar palabras de consuelo para aliviar su angustia por una situación específica).

Algunos otros pensamientos que pueden traer la paz: “Incluso si otras personas me juzgan, no tengo que juzgarme a mí mismo.” “Lo que otras personas dicen y hacen es de ellos, no yo”.

Enjoy (Disfrute)

Tome una respiración profunda y tome un momento para sentarse en calma de la mente y el cuerpo.

NAture

Dígase a sí mismo: “El momento ha pasado y ahora estoy en paz. Esta es mi verdadera naturaleza “.

Muchas veces, el momento presente es un ancla, consuelo en medio del caos. Siempre se puede volver al momento presente.

La observación de mis pensamientos y aceptar la situación no sólo se me permitió hacer las paces con lo que pasó, sino que también me ayudó a fomentar la compasión por la mujer que me ofendió. Me di cuenta de que su opinion podría haber venido de un lugar vulnerable y herido.

Ser una nueva mamá no es fácil y que puede identificarse con eso; tal vez se sentía insegura de ese día y desplazó el juicio que tenía de sí misma en mí.

Si yo no he dado un paso atrás para evaluar mis propios pensamientos Puede que no haya sido capaz de sentir compasión por ella.

A medida que continúo esta práctica abierta, que me permite sentir y examinar toda la gama de mis emociones, y esto a su vez me permite sentir una conexión más profunda y preocupación por los demás.

Ya no soy tan consciente de como soy y no me tomo las cosas personalmente con tanta frecuencia.

La lección que aprendí de todo esto fue que preocuparse por lo que otros piensan de mí no cambia nada, y la vida es impredecible y fuera de mi control. Este descubrimiento fue realmente muy liberador para mí.

Creo que podríamos sacar ventaja de aprender a aprovechar el conocimiento y calmar la mente . Podemos aprender a perdonar y ser amables con nosotros mismos, y con las personas que nos rodean. Y podemos crear un espacio entre nosotros y nuestros pensamientos de ansiedad para que no nos definen o despistarnos nuestro centro.

La próxima vez que sienta la ansiedad creciente, recuerde que nuestros pensamientos nos pueden detener o profundamente restaurarnos. Sin embargo, nosotros tenemos opción de escuchar los pensamientos que nos animan para que podamos abrir a nuestra verdadera naturaleza pacífica (o equilibrada o nobles).