Cinco inventores que han llegado a lamentar sus creaciones

Solo porque alguien inventó algo, no quiere decir que ese alguien se quedó la mar de contento con el resultado, o cómo se utilizó después su invención. 

Más de uno se ha arrepentido viendo las consecuencias de sus inventos:

1. Robert Oppenheimer / Albert Einstein – la bomba atómica

A Robert Oppenheimer, director del laboratorio de Los Álamos durante la Segunda Guerra Mundial, se le atribuye la invención de la bomba atómica, pero esto no habría sido posible sin el trabajo de Albert Einstein. A pesar de su asociación con los partidos de izquierda, Oppenheimer dio la bienvenida a la oportunidad de jugar un papel en la guerra. Más tarde, sin embargo, llegó a ser tener sentimientos inciertos acerca de la bomba atómica.

"No tuve ningún reparo en hacer la bomba... En relación con la forma en que la usamos... entiendo por qué sucedió así.  Siempre he apreciado la nobleza de las personas con las que trabajé, en tomar esta decisión. Pero no sentí que no era correcto. El ultimátum de Japón estaba lleno de palabras piadosas... nuestro gobierno debería haber dicho al mundo y a Japón, con más claridad, lo que es la bomba ", dijo. Sin embargo, Einstein se expresó de una manera más clara. Años más tarde dijo que no tenía que haber firmado la carta al presidente Roosevelt en la que le solicitaban el apoyo a la investigación sobre las reacciones nucleares en cadena... y su uso como arma. En ese momento, pensaba que los alemanes ya lo estaban haciendo. "Si hubiera sabido que los alemanes no fueron capaces de producir una bomba atómica, no habría movido un dedo", admitió el físico.

2. Mikhail Kalashnikov – el fusil AK 47

Kalashnikov desarrolla el fusil semiautomático que lleva su nombre para la armada roja, al final de la Segunda Guerra Mundial, después de ser testigo de la muerte de muchos soldados y de haber sido herido en la batalla a su vez. Concebida como una simple arma que se puede hacer a bajo coste con los medios de producción disponibles en aquel momento, Kalashnikov, que murió en 2014, vivió para ver cómo su arma es una de las ametralladoras responsable de la mayoría de muchas muertes.

"Siempre vuelvo a la misma pregunta. Si mi arma se llevó tantas vidas, puede que yo... un creyente ortodoxo, ¿tengo la culpa de estas muertes, incluso si son mis enemigos? ", escribió en una carta a un clérigo ruso.

3. Bob Propst – los espacios cúbicos como oficinas

Mientras trabajaba como consultor para Herman Miller en la década de 1960, Bob Propst a introducido en América, las oficinas abiertas, pero con espacios cúbicos para un solo empleado. Su objetivo era proporcionar a los empleados con más experiencia un espacio más "flexible y fluido", como le explicó al New York Times en 1997. Las empresas han visto su invención como una manera de ahorrar dinero. Propst llegó a odiar su invención, llegando a decir que era como una "locura monolítica."

4. Kamran Loghman – el spray de pimienta

Kamran Loghman trabajó para el FBI en 1980 y ayudó a transformar el spray de pimienta en un arma. Y también fue el que escribió el manual de utilización para los oficiales del departamento de policía. Tras el incidente en la Universidad de California, en 2011, cuando la policía utilizó el spray de color naranja brillante contra los que, el New York Times describió como "manifestantes dóciles", Loghman rompió el silencio: "No he visto hasta ahora una manera tan inadecuada de utilizar estos agentes químicos", dijo.

5. John Sylvan – el inventor de las cápsulas de café

La invención de Sylvan hizo posible la aparición de marcas como Nespresso y Tassimo. Las cápsulas de café han permitido a millones de personas tomar su "dosis" de cafeína de una manera mucho más fácil y rápida. "A veces me siento mal por lo que hice. Es como el cigarrillo para el café, un mecanismo de entrega de sustancias adictivas ", dijo hace unos años.

Fuente: Descopera.ro