Caravaggio, un matón muy pinturero entre el siglo XVI-XVII

¡Pedazo de pedrada que le ha endilgado David al buenazo de Goliat! 

Algo así es lo que nos viene a la cabeza al observar este cuadro de Caravaggio, ante su destreza al mostrarnos un momento tan dramático y representativo a la vez. 

Este cuadro, que se encuentra en el Museo del Prado, fue pintado por Caravaggio, aunque su verdadero nombre era Michelangelo Merisi, nacido en 1571. Su padre era arquitecto del marqués de Caravaggio y "tenía posibles" como diría mi abuela. Pero, la vida da muchas vueltas, ¡y más entonces!. Quedó huérfano muy joven y su hermano mayor le metió como aprendiz en un taller de pintura. Ya desde esa edad destacaba por sus extravagancias y facilidad para meterse en líos.

A los 20 años se trasladó de Milán a Roma, donde pasó grandes apuros, teniendo que llegar a residir en un hospicio ante su mala situación económica, pero, gracias a su arte, enseguida comenzó a tener encargos. 

De caracter agresivo, tuvo bastantes encontronazos con la ley. En uno de ellos, se enfrentó con el sargento del Castillo Sant Ángelo, al cual hiere, siendo por ello encarcelado. Meses más tarde, en otra riña hiere a un notario. Sus frecuentes peleas le llevan a matar a un hombre, por lo cual, debe huir de Roma. Como ya tenía un buen nombre como pintor, fue protegido por la poderosa familia Colonna en Nápoles. Para ellos realizó varios encargos, "pero la cabra tira al monte". Ante la gran cantidad de "amigos" que va creando, se desplaza a Malta, donde le acoge el Gran Maestre de la Orden de (idem) Malta. Allí retrata al Gran Maestre , Alof de Vignacourt, y a otros altos dignatarios del Temple. Cae en desgracia , ¡que raro!, y es encarcelado en un calabozo del cual huyó, dirigiéndose a Sicilia. Intentó reconciliarse con el Temple enviándole un cuadro de San Juán Bautista, en el cual, la cabeza cortada del Bautista lleva el rostro de él mismo. 

En todos aquellos lugares donde residió pintó encargos que le realizaban. Vuelve a Nápoles y, por seguir con la costumbre, es herido gravemente en el rostro. Aun convaleciente sigue pintando encargos que le solicitan. En uno de sus desplazamientos, cae enfermo y muere sin poder ser atendido. Toda una vida de película, tan de película que le han hecho una.

Su pintura se caracteriza por los claroscuros, fuentes de luz que ponen el foco sobre los personajes, dejando en penumbra lo que les rodea. Esta técnica, aunque él no fue el precursor,  fue seguida por grandes maestros como José de Rivera, Rubens, Rembrand, Velázquez, La Tour. También se caracteriza por reflejar a sus personajes con excesiva realidad, lo que le acarreó grandes problemas con sus mecenas. Y diréis, ¡y eso por qué!. Algunos ejemplos os pongo.

Este cuadro titulado "La muerte de la Virgen", fue rechazado por irrespetuoso. Se ve el cuerpo hinchado, poco propio para el personaje que representa y, además, tomó como modelo, para la Virgen, a una prostituta que había muerto ahogada y que, al parecer, era muy conocida. 

Independientemente de estos detalles, como podéis apreciar, el ambiente es muy teatral, incluso con esos cortinajes que nos pueden llevar a pensar que se está desarrollando una obra de teatro.

Este otro cuadro, también muy peliculero, titulado "La Virgen del Rosario" , tuvo sus problemillas. ¿que pensáis que pudo desagradar en él? 

Fijaos en las plantas de los pies de las personas que están arrodilladas! ¡Están sucios los pies. ¡No han pasado por "Photoshop"!.  Caravaggio los pintó con total realismo, sin ocultar nada. ¡Era muy suyo!

Otro detalle. ¿Qué le pasa al niño de pantalón amarillo? Le cuelga algo en el trasero. ¡El pobre no se ha podido controlar!.

Y otro detalle más. El caballero con la gorguera blanca que está volviendo la vista, es la persona que encargó el cuadro y que, un poco más, y lo saca del cuadro Caravaggio. A este caballero habría que enviarle al "cobrador del frac". No llegó a pagárselo al pobre.

¡Por cierto! Este señor era un Colonna, se sabe por la columna que aparece a la izquierda, ¡No es broma!